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Junior Ramírez
ha tenido un año de ensueño en
su debut profesional como boxeador. El prospecto capitalino originario del
barrio 19 de Julio e hijo de María Reyes y William Ramírez, inició su carrera
con apenas 6 años de edad, su intención no era convertirse en un boxeador
profesional, simplemente quería aprender a defenderse de cualquier agresión,
tomando en cuenta que vivía en una zona conflictiva.
“A mí papá le gustaba mucho el boxeo y crecí en un lugar
conflictivo por eso decidí aprender a boxear. Al final me terminó gustando este
deporte, lo tomé como carrera porque me apasionó, a pesar que me vivían
golpeando en el gimnasio porque peleaba con muchachos más grandes, le puse
empeño”, cuenta Ramírez, quien cursa el tercer año de la carrera de Derecho en
la Upoli por la mañana y se adiestra en la tarde en el gimnasio del Iván
Montenegro bajo las órdenes de Marlon Amador.
Se desmotivó
Ramírez confiesa que en el 2012 cuando tenía 17 años se
desmotivó por la muerte de Alberto Guido, quien era su entrenador. “El fue mi
segundo papá, me motivó, me formó como boxeador, me dio carácter, y me enseñó
el arte del boxeador. Guido me apoyó bastante, y cuando estaba en mi mejor
momento en amateur él falleció y eso me afectó mucho”, asegura el prospecto.
Con 188 libras de peso corporal, Ramírez decidió regresar al
boxeo el año pasado. El adiestrador Marlon Amador lo motivó a que volviera a
los entarimados. El proceso para bajar de peso fue difícil, sin embargo, lo
logró hasta marcar 140 libras, categoría en la que actualmente combate.
Debut exitoso
El prospecto de 19 años debutó el 8 de febrero pasado
noqueando a Oscar Sevilla en el primer asalto. En total, este año ha realizado
8 combates, todos han sido triunfos, 6 por la vía rápida. Tiene los números
suficientes para ser considerado novato del año, pero todo estará en manos de
la Comisión Nicaragüense de Boxeo Profesional, Conibop.
“Estoy contento con mi actuación hasta el momento. He
recibido todo el apoyo de mi promotor Marcelo Sánchez, quien llegó un día al
gimnasio y me prometió que me ayudaría a debutar y así fue. Mi sueño es
coronarme campeón del mundo en 140, 147, y 154 libras, aunque suene
descabellado”, explica el capitalino.