Con una devastadora pegada y el handicap de tan sólo siete refriegas en el profesional Carolina Álvarez buscará convertirse en la primera venezolana en capturar una diadema del orbe cuando se mida este viernes ante Susianna Kentikian, de Armenia, por la faja mosca de la Asociación Mundial de Boxeo, cinturón que se encuentra vacante en la actualidad.

La caraqueña se mantiene bajo la batuta del profesor Rafael Liendo y ha realizado su carrera profesional totalmente en el extranjero porque en el país aún no tienen carácter oficial el pugilismo femenino. Su última fase de preparación la realizó en Hamburgo, hoy tiene planteado trasladarse a la ciudad de Colonia, Alemania, sede del importante compromiso.

"Espero cumplir y traerme la corona. Todo fue muy planificado y el trabajo está completo, aquí se nos han dado todas las facilidades para entrenar y hemos logrado los objetivos. Lo más difícil ha sido correr por la mañana debido al frío intenso y la nieve. A cada rato me resbalo pero gracias a Dios que no he sufrido caídas, ni lesiones", inició el diálogo la llamada "Fiera" del Guarataro.

Esta pionera del pugilismo nacional aún es vista como una rara especie entre las damas venezolanas pero en países como Panamá y Alemania fue capaz de cautivar aplausos gracias a la contundencia de sus golpes: "Mi fuerza será clave en esta pelea, ella tiene más experiencia y es muy técnica pero yo la voy a buscar hasta derribarla sin contemplaciones. El planteamiento de la pelea es claro yo voy a pegar y ella tratará de moverse por todo el ring", explicó.

La caraqueña es de fácil hablar y mientras avanza la conversación transmite mayor confianza en sus capacidades deportivas. Sobretodo al momento de recordar sus hazañas boxísticas.

"Mi pelea más complicada fue con la colombiana Paquita Rivero. Esa mujer aguanta muchísimos golpes y no se me quiso caer. Yo le di muchísimos golpes y nada que se caía, pero todo salió bien y fue tanto el castigo que el juez intervino para decretar el nocaut técnico. En cambio la pelea que tengo como un empate siempre la dominé, esa fue una injusticia deportiva por parte de aquellos jueces", explicó.

Álvarez realizó once refriegas en el aficionado. Entre ellas destacan los compromisos ante Déborah Rengifo, en el Círculo Militar de Maracay, y la vez que se midió ante Anny Rodríguez en confrontación celebrada en el estadio del Palmar del poblado de San Mateo. Peleas que algunas páginas de internet incluyen en su hoja de servicios como profesional.

ENFRENTAMIENTOS CON SU RIVAL

Antes de sonar la campana el próximo viernes la venezolana ya tuvo la oportunidad de sentir los golpes de Kentikian, durante dos jornadas de sparrings realizadas también en territorio germano: "Esos encuentros ocurrieron cuando yo estaba nuevecita y la verdad no me impresionó mucho. Desde esa época yo he mejorado mi técnica. Recuerdo que ella se movía mucho y que siempre trataba de esconderse. Su pegada no fue gran cosa", prosiguió. "Pero más complicado es hacer guanteos con hombres como me tocó a mi, porque no tenía con quién entrenar. Los caballeros le llevan ventaja a uno por su fortaleza y agresividad, aunque las mujeres somos más dedicadas al deporte".

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