¡Mas del nuevo libro de Carlos Nina Gómez!

¡Oh Boxeo Dominicano! -Su historia- es el nuevo libro escrito por el veterano periodista Carlos Nina Gómez. Este es el cuarto libro de Nina Gómez. Ha escrito, además, "Los Diez Mejores en la Historia del Boxeo", "Lo Mejor del Boxeo Moderno" y Redacción Deportiva (con tres ediciones). Esta última obra es un manual de enseñanza para los estudiantes de periodismo y en la que impone reglas de la lengua castellana para la buena redacción de noticias, reportajes, análisis y artículos que se enmarcan en el segmento deportivo.

  Nina Gómez, redactor deportivo-analista de periódico HOY, corresponsal de Notifight.com en Republica Dominicana y corresponsal de la revista deportiva ESPNDEPORTES, editada en Miami por la compañía Editorial/Televisa, informó que en esta obra trata de hacer una radiografía del boxeo profesional de República Dominicana.

 El acto de puesta en circulación de ¡Oh Boxeo Dominicano! -Su historia- será realizado el 13 de este mes de noviembre, a partir de las 6:45 P.M., en el remodelado local del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) que funciona en la avenida George Washington (Malecón) esquina calle Horacio Vicioso del Centro de los Héroes en Santo Domingo. Dijo que decidió escribir el libro después de hacer una dilatada reflexión "porque tenía que arriesgarme a escribir cosas del boxeo que mucha gente en este país no conoce".

Tiene un volumen de 472 páginas

y el prólogo de Andrés L. Mateo

El nuevo libro de Nina Gómez, que narra "con pelos y señales" todo el acontecer boxístico nacional, -y cuyo prólogo está escrito por  el destacado intelectual Andrés L. Mateo, Premio Nacional de Literatura- tiene un volumen de 472 páginas e ilustrado con unas 50 fotografías con las imágenes de boxeadores que pelearon en las décadas de los 40, 50, 60, 70 hasta nuestros días.

 Revela, asimismo, los duros obstáculos y vicisitudes que han atacado a los pugilistas quisqueyanos, así como de la explotación de la que han sido víctimas

por parte de sus apoderados.

 Igualmente narra las tragedias de varios boxeadores dominicanos...las muertes trágicas de púgiles criollos como los ex campeones mundiales Carlos -Teo- Cruz, Eleoncio Mercedes, Francisco Quiroz y Agapito Sánchez.

También expone duras críticas al Estado por su negligencia para con el respaldo al boxeo profesional dominicano a pesar del prestigio que este deporte le ha dado al país, especialmente con la conquista de 14 coronas mundiales otorgadas por 13 pugilistas.

 Sin embargo, en la obra resalta el interés que ha puesto -para ir en ayuda del boxeo- el actual secretario de Deportes, Felipe Payano, de quien dice "es un bonachón ministro deportivo que, al parecer, quiere que el boxeo encuentre el camino del éxito".

De gual modo precisa que el boxeo profesional dominicano no ha tenido un buen mercadeo y que los promotores tampoco se han sabido manejar.

Dijo que el acto de puesta en circulación tiene una invitación abierta a todas las personas, sin distinción, que lo deseen.

Uno de los capítulos más importantes de la obra es el que se refiere a las tragedias que a lo largo de su historia ha caracterizado al boxeo profesional de República Dominicana.

Y a continuación narra, en el referido capítulo, algunos de los hechos trágicos registrados en el llamado deporte de los puños enguantados.

Muerte de Carlos  -Teo- Cruz, el

primer campeón mundial de RD

 Carlos -Teo- Cruz, el  29 de junio de 1968 , gana el primer título mundial de boxeo profesional para República Dominicana.

  Conquistó el campeonato mundial del peso ligero al derrotar en 15 asaltos, al boricua Carlos Ortiz...este combate tuvo como escenario el vetusto Estadio Quisqueya de Santo Domingo.

 Un terrible accidente aéreo,  sufrido por la compañía Dominicana de Aviación (
CDA
), le quita la vida al disciplinado atleta dominicano.

  El accidente aéreo oicurrió el 15 de febrero de 1970. Teo Cruz, quien había perdido el cetro mundial de las 135 libras ante el californiano Mando Ramos y se preparaba para ir a una pelea de revancha, abordó el avión de la
CDA
que iba a Puerto Rico.

  Sobre la sentidas ida, muy a destiempo, de Teo Cruz, hay un testimonio singular. Y es el siguiente: Teo Cruz se preparaba para viajar a Puerto Rico donde había "arreglado" un encuentro que consistía en diligenciar un combate de revancha con Mando Ramos.

 Obviamente,  el peleador criollo tenía una espinita por dentro, pues Ramos le había arrebatado la corona mundial de las 135 libras.

   Teo Cruz y sus manejadores tenían en "carpeta"  listo el proyecto de revancha. Y el quisqueyano tenía que apurar su viaje a Puerto Rico para hacer losd arreglos de lugar para la firma del nuevo encuentro de puños con el entonces monarca estadounidense nativo de California.

   Hay que exponer que Leo Cruz, como ciudadano dominicano informal, no tenía su pasaporte al día al momento de emprender viaje al vecino país donde nació el siempre recordado educador Egenio María de Hostos.

  Y como su pasaporte estaba vencido, además de que llegó tarde a la terminal aérez (Aeropuerto Internacional Punta Caucedo),  pues no estaba apto para viajar fuera del país.

   Cuentan que cuando Teo Cruz se presentó, junto a su esposa, al caunter de Dominmicana de Aviación (
CDA
)l,  la empleada que comenzó a chequeralo le informó que su pasaporte estaba vencido...¡y por consiguiente no podía hacer el viaje! en ese momento!.

 Sin embargo, por ser una figuira de fama e incluso de trascendencia mundial ya que prácticamente todo el país sabía que había sido campeón del mundo,  la joven que le atendió llamó a supervisor general de la
CDA
para hacerle saber que el gran atleta dominicano iba a viajar a Puerto Rico, pero su pasaporte estaba vencido.

   Sólo faltaban unos 20 moinutos para el despegue del vuelo...entonces llamaron al gerente general de la
CDA
que era podía, por su alto puesto, influir ante las autoridades de Migración Ique, en última instancia, eran las que  tenían la última palabra para determinar si Teo Cruz era autorizado a viajar con pasarporte vencido.

     De acuerdo con el mismo testimonio., llegó a la terminarel aérea una orden del director general de Migración que autorizaba el viaje de Teo Cruz a Puerto Rico donde, antes de salir del aeropuerto internacional de San Juan debía legalizar su documento de viaje.

   Teo Cruz, un decente ciudadano, agradeció las atencioens de las autoridades dominicanas y de todas las personas que hablaron para que pudiera hacer el viaje junto a parte de su familia.

   Apenas unos ocho o diez minutos después de despeguar el avión, se produjo el fatal accidente aéreo que le segó la vida a Teo Cruz y a otros 101 pasajeros entre ellos la delegación juvenil de voleibol de Puerto Rico que había participad en un torneo internacional realizado en Santo Domingo.

 En la nave también viajaba una hija del general Antonio Imbert Barreras, héroe nacional por haber sidio uno de los que ajusticiaron al tirano Rafael Leoinidas Trujillo Moilina el 30 de mayo de 1961.

  De esa manera, tan trágica y singular, se produjo, el 15 de febrero de 1970, la muerte del primer campeón mundial de boxeo profesional de República Dominicana.

  Una muerte que jamás será olvidada por ninún mortal nacido en esta tierra caribeña qwue ha parido tantos valiosos atletas que con su estelaridad y gallardía han dignificado la patria de Duarte, Luperón y Caamaño. 

Otra muerte trágica para el

boxeo...la de Francisco Quiroz
 

Francisco Quiroz, segundo púgil dominicano (el primero lo fue Juan Guzmán) que ganó un título mundial en la división minimosca (108 libras), fue muerto de varios balazos de revólver calibre 38 en un suceso registrado en el sector de Herrera, de la capital,  de donde él era oriundo.

  Su asesinato se produjo en medio de una discusión tras dos hombres golpear primero a un hermano....Quiroz fue campeón minimosca avalado por la Asociación Mundial de Boxeo,
AMB
.

 El humilde peleador quisqueyano, de unos 29 años -él había conquistado el título mundial a la edad de 27 años- cuando, regresó a su país en viaje de descanso.

  Se había propuesto construirle una vivienda a su madre...con ese propósito incluso ya tenía visto el lugar donde levantaría la casa para su pogenitoa, de acuerdo con una revelación.

  Quiroz, tras ganar -en forma sorpresiva, pues ningún experto y mucho menos personas desvinculadas con el boxeo consideró que tenía alguna posibilidad de alzarse con la faja mundial d las 108 libras- el cinturón minimosca de la
AMB
, al vencer al mexicano Lupe Madera,  se convirtió, ¡vaya paradoja!, en el campeón mundial peor pagado.

  Esto así porque en la primera -y única defensa que hizo de su corona, sólo cobró unos 4,500 dólares por la que firmó que llegaba a U$8,500.

  Su apoderado, el zorro promotor venezolano, Rafito Cedeño, le hizo una trastada y, como ha ocurrido con decenas de púgiles hispanos, lo engañó sin que el modesto boxeador quisqueyano se enterera en el momento.

  Por las agrias diferencias entre Cedeño y Quiroz, otro promotor, aunque improvisado,  venezolano de nomber Jorge Saborío, se adueño de un nuevo contrato...el campeón quisqueyano firmó con Aborío y éste, con poca experiencia en el negocio del boxeo, lo llevó a una pelea en la que el quisqueyano iba a defender por segunda vez su cetro mundial de las 108 libras.

 Según informes de la prena Venezolana, país en el que Quiroz hizo su carrera profesional, el monarca quisqueyano subestimó, antes de subir al cuadrilátero, a su retador.

  Y se alejó del gimnasio unas tres semanas antes del pleito. Se pasó varios días de "parranda en parranda" y cuando sólo restaban unos dos semanas para la pelea, realizada en noviembre de 1984, entonces fue al gimnasio, pero ese corto tiempo no fue, obviamente, suficiente para presentarse al ring en las mejores condicioens físicas lo que fue aprovechado por su contendor.

  E retador era un estadoundiense de "poca monta" de nombre Joey Olivo quien lo sorprendió con una victoria relativamente fácil en marzo de 1985. El dominicano perdió la corona por decisión unánime en 15 asaltos....¡A Quiroz se le fue de la cintura el cetro para no recuperarlo jamás!.

  Quiroz, quien había hcho una defensa fabulosa (nocaut en el segundo asalto) en 1984  ante el colombiano Víctor Acosta Sierra, pasó a ser, como les ha ocurrido a la gran mayoría de los peladores criollos, un campeón de mínima duración en la cima.

Francisco Quiroz, quien tenía la esperanza de reconquistar la corona minimosca después de perderla frente a, regresó a su patria a encontrar lo que nunca vino a buscar: Una inesperada muerte trágica. 

Eleoncio Mercedes,

asesinado en La Romana

Eleoncio Mercedes, considerado como uno de los más finos pugilistas dominicanos que pleno dominio de lso fundamentos técnicos del boxeo, murió a causa e un balazo a la cabeza.

 También en un incidente. Su muerte se la ocasion, según informes de amigos, por un teniente de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD) mientras discutían frente a un bar...había ganado el cetro mundial mosca (112 libras), el dos de noviembre de 1982, ante el mexicano Freddie Castillo (zurdo). Su corona tenía el respaldo del  Consejo Mundial de Boxeo (
CMB
).

 Mercedes, según el consenso de los más capacitados expertos dominicanos, llegó a la conquista del cetro mundial de lass 122 libras en base a su incuestionable calidad.

 Cuando enfrentó a Freddie Castillo, un protegido del
CMB
y su legandario presidente, el mexicano José Sulaimán, ningún experto le dio ganador.

  Y ni hablar de los periodistas mexicanos que en la víspera del combate escribieron en los diarios aztecas y comentararon por la radio espacios de televisión que "el boxeador dominicano no tiene chance para vencer al local".

   Se llegó, incluso, a leer en periódicos del Distrito Federal (DF, la capital de México), que el monarca azteca, por su depurado boxeo, tendría en el dominicano a una "presa fácil".

  Sin embargo, en todo el trayecto de la pelea, pactada a 15 rounds en un coliseo de Los Angeles, prácticamente hubo un solo hombre conectando puños de todos los calibres...¡y ese era Eleoncio Mercedes!.

  El eficiente gladiador romanense, con una finta caracterizada por un relampagueante movimiento de su torso, emuló -con la ganancia del cetro de las 122 libras- a su paisano Leonardo "Leo" Cruz quien el 12 de junio de 1982, en combate realizado en el Centro de Convenciones de Miami, había conquistado la faja del peso súper gallo, versión Asociación Mundial de Boxeo (
AMB
), al vencer también en 15 capítulos, al argentino Sergio Víctor Palma.

 De esa manera, en un lapso de de cinco meses en 1982, República Dominicana conquistó dos coronas mundiales aportados por Leo Cruz y Eleoncio Mercedes.

 Mercedes, quien a juicio de analistas tenía suficientes condiciones para ser un duradero campeón del mundo, perdió la vida -en aquella fatal tragedia-, lleno, todavía, de juventud. 

-Pedro Julio Nolasco, otro

romanense en muerte trágica
 

Pedro Julio Nolasco, romanense como Eleoncio Mercedes, cayó a batido a tiros por un hombre que antes había difamado a su esposa, de acuerdo con versiones de amigos....Nolasco, un ducho boxeador del peso gallo, en el olimpismo, no tuvo mucha suerte en el profesinalismo. Fue el primer atleta dominicano que le dio al país una medala olímpica...ganó una medalla de bonce en los Juegos Olímpicos de Los Angeles (1984).

   En el boxeo profesional incursionó en la categoría pluma y era hermano de Livio Nolasco, un fino peleador, muy técnico, de la división súper gallo.

   Precisamente Livio Nolasco intentó ganar la corona de las 122 libras, pero quedó frustrado ante el panameño Rigoberto Riasco quien lo derrotó por decisión unánime en 15 asaltos.

  Respecto a Pedro Julio se resalta su sapiencia en los ensogados, su entrega al trabajo y, fundamentalmente, el gran arrojo que demostró en todo el trayecto de su accionar olímpico.

 Aunque esta obra estabá basada en una amplia radiografía al boxeo de paga, abarcando sus más importantes años, desde las décadas de los 50 y 60 y terminando en la década del 2000, ningún aficionado al deporte en esta media isla debe obviar la historia que escribió Pedro Julio Nolasco como púgil amateur.

  Cuando se vaya a escribir la historia (completa) del deporte nacional hay, sin ningún pero, que reseñar, de manera muy especial, la actividad atlética del referido peleador romanense.

   Los dirigentes deportivos del país -especialmente quienes han estado, y están, en la cúpula del deporte olímpico-  nunca van a olvidar la gran hazaña del fenecido pugilista.

   Cuando se habla de la ¡gran hazaña!,  los deportistas, todos, se refieren a la histórica medalla (de bronce) que conquistó Nolasco en los Juergos Olímpicos de 1984 montados en la ciudad estadounidense de Los Angeles.

   Aquel brillante gladiador aficionado tiene la gloria de haber sido el primer atleta de República Dominicana en ganar una medalla en Juegos Olímpicos...peleando en la categoría de los gallos (54 kilogramos, 118 libras) obtuvo la citada presea bronceada.

  Ese singular mérito de Nolasco nunca podrá ser borrado de la historia deportiva de República Dominicanada.

  Después de 20 años de aquella proeza, otro súper atleta quisqueyano, Félix Sánchez, emuló a Pedro Julio Nolasco...¡y lo hizo con creces!.

   Porque Félix Sánchez, en los 400 metros con vallas dentro del campeonato de atletismo en los Juegos Olímpicos realizados en Atenas (Grecia) en el verano del 2004, logró ganar la esperada medalla de oro. Esperada presea dorada porque fue a la pista como el gran favorito de esa modalidad de la que también fue campeón mundial.

    A Pedro Julio Nolasco, cuyo nombre lleva hoy un coliseo de boxeo instalado en su tierra natal (La Romana), le llegó la sorpresiva muerte trágica en el momento en que todavía era un hombre bastante joven.

    Perdió la vida violentamente. Asesinado por un individuo que no reflexionó antes de comenter tan horrendo crimen.

 Pero a Pedro Julio Nolasco, por su hombría de atleta y haber escrito una respetable página en el libro de la historia del deporte dominicano, siemrpe estará en el recuerdo de su pueblo...¡y especialmente, en el recuerdo de la gente de boxeo!.

-Fausto -Ceja- Rodríguez,

una muy sentida muerte
 

En su obra Nina Gómz dedica un buen espacio al fenecido Fausto -Ceja- Rodríguez, un popular cam[peón nacional peso welter.

  Sobre el pugilista nativo del barrio San Carlos, el escritor deportivo dominicano precisa: "Fausto -Ceja-  Rodríguez, sin ninguna pizca de duda el boxeador dominicano más carismático de todos los tiempos..

 Fue un estelar peso welter, pero no logró capturar, como era su anhelo, la corona mundial de esa división.

  Murió en un fatal accidente de auto ocurrido el 14 de agosto de 1977, cuando estaba en el apogeo de su carrera.

  Su muerte, que enlutó no sólo a los deportistas dominicanos y puertorriqueños, sino a toda la sociedad dominicana, evitó que fuera un duradero monarca mundial en razón de que, de acuerdo con expertos, cuando se enfrentara al mexicano Carlos Palomino, entonces titular welter del
CMB
, iba a ser el nuevo monarca de las 147 libras.

   Otro mexicano, José Pipino Cuevas, también era en la misma época monarca welter, pero avalado por la Asciación Mundial de Boxeo (
AMB
).

  Ceja Rodríguez no murió solo...con él también murieron en tal fatal accidente su esposa e hijo. Su pequeño hijo apenas tenía dos años. Otra hijita, con menos de unos 15 meses de nacida, salvó la vida -por un gran milagro de Dios- al igual que un prino del malogrado  de nombre Luis Rodríguez.

  Angel -Cholo- Espada, a la sazó campeón welter, pero versión Asociación Mundial de Boxeo, nunca quiso enfrentarse al quisqueyano...siempre rehuyó un pleito con el quisqueyano que vivió en Puerto Rico.

  Ceja Rodríguez hizo la mayor parte de su carrera en el vecino país donde le bautizaron conel mote de "La Maravilla Dominicana". Cada vez que subía al cuadrilátero el carismático pugilista lo hacía exhibiendo dos banderitas: Una dominicana y la otra de Puerto Rico.

 Ceja Rodríguez conquista la corona Nacional welter el 14 de agosto de 1974 al derrotar en 12 violentos asaltos al estelarísmo púgil cibeño Darío Hidalgo.

   Fue un combate bien parejo, pero se decidió, por decisión dividida y a favor del sancarleño, en el duodécimo round. Casi terminando el 12avo asalto, Ceja Rodrígfuez, con un poderoso gancho izquierdo, mandó al piso a Hidalgo quien recibió la cuenta reglamentaria de los ocho segundos.

 Esa caída decidió la victoria del valiente gladiador. Ceja Rodríguez, meses antes de su enfrentamiento con Hidalgo -pelea que fue vista en el Palacio de los Deportes de Santo Domingo por más de 10,000 fanáticos-, enfrentó en Nueva York (Madison Square Garden) al estadoundiense Harold Weston quien estaba considerado como un futuro campeón mundial de las 147 libras.

 Ceja Rodríguez, quien era dueño de una pegada de mulo, prácticamente le pasmó la ilusión a Weston tras derrotarlo -¡vaya conicidencia-! de la misma forma que lo hizo contra a Hidalgo: Decisión dividida en diez  asaltos y asegurando el triunfo después de propinarle una caída faltando menos de un minuto para conclir las acciones.

 El bravo peleador sancarleño decidió el pleito a su favor casi terminando el décimo asalto cuando con su poderosa derecha despachó en el piso al estadounidense. Ganó la pelea por decisión dividida.

 Ese combate fue narrado para Santo Domingo por Félix Acosta Núñez y José González, narrador y comentarista, repssctivamente. Estos dos veteranos miembros de la prensa deportiva local fallecieron.

  Hay que significar que Ceja Rodríguez, quien nunca se caracterizó por ser un miembro de la escuela técnica boxística, dio una soberbia demostración de buena esgrima pugilística antes de su trágica muerte.

   Fue cuando, en una pelea pactada a diez asaltos en el Palacio de los Deportes de Santo Domingo...en la ocasión venció por decisión unánime al estaodundiense, nativo de Filadelfia,  Alfonso Hayman. El estelar gladiador quisqueyano, como para despedirse de este planeta con el sello de técnico-pegador, ofreció una gran exhibición de tecnicismo. Botó golpes, danzó, puso en perfecta ejecución su mano izquierda en forma de jab y no dio, nunca, viso de cansancio.

  Cuando terminó aquel histórico combate, los especialistas se convencieron de que el país, con Ceja Rodríguez, tenía ya un futuro campeón mundial...sólo faltaba que le llegara la oportunidad.

 Pero la vida le jugó sucio al siempre sonriente boxeador sancarleño...aquel sangriento día, 14 de agosto de 1977, en la autopista Las Américas, ocasionó la irreparable pérdida del campeón weler de siempre: Fausto -Ceja- Rodríguez. 

Muerte violenta de

El Chinito Jimémez
 

Otro hecho trágico registrado en el boxeo profesionadl dominicano -y aunque no tuvo mucha difusión en los medios noticiosos del país- fue el protagnizado por El Chino Jiménez, miembro de la famosa familia (de boxeadores) Jiménez que encabezó Natalio Jimémez, aquel estelarísimo peso mosca que se convirtió en el primer boxeador criollo en ocupar un lugar en el Ranking Mundial.

  Natalio, El Chino, Fernando y Fremio "El Burro" Jiménez conformaban el cuarteto de estelares peleadores dominicanos que brillaron en la década de los 60s.

   Pues El Chino Jiménez, que tras realizar una posiva carrera en Santo Domningo, se fue a vivir a Nueva York...¡a Nueva York, la gran ciudad de Estados Unidos que auxilia a los pobres de América!.

 El Chinito Jimémez fue muerto a balazos en un hecho que todavía se descocen detalles concretos.

  Sí se especula, de acuerdo con informes obtenidos por quien escribe esta obra, que el peleador criollo, semanas antes de su asesinato, había tenido una agria discusión -por asuntos de faldas- con un ciudadano cubano que llevaba muchos años residiendo en Nueva York.

 Este cubano, que, además, tenía a su "orden" a compatriotas matones, organizó su plan criminal...¡hasta que materiazó su propósito!,. El Chinito Sánchez cayó muerto, al recibir varios balazos,  en una esquina del Alto Manhattan de Nueva York.

 Poco más de 20 años después del asesinato de El Chinito Jiménez no se ha sabido si sus victimarios  fueron capurados y metidos en la cárcel.

 Pero en este tipo de muertes, según opinión de abogados criminalistas de Nueva York, no encuentra juicio en las coretes de Estados Unidos.

 Y cuando se trata de asesinatos en los que están envueltos ciudadanos hispanos, "mucho menos".

   De manera que la muerte violenta de uno del cuarteto de boxeadores dominicanos Jiménez, por lo que se ha investigado, quedó sin la aplicación de la "ciega justicia".

Fernando Jimémez,

  un caso penoso
 

Fernando Jiménez, el más pequeño del cuarteto de boxeadores dominicanos nacidos en el populoso barrio de Villa Consuelo en Santo Domingo, fue víctima, también, de una celada criminal.

 Fernando, quien fue un capacitado pugilista, tan técnico y eficiente como su hermano Natalio, tuvo, como su hermano El Chinito Jiménez, un "lío de faldas".

  Por fortuna, si así podría calificarse el resultado de su problema, Fernando no perdió la vida...¡pero sí sus dos piernas!.

  Este joven atleta fue tan capaz, en todos los órdenes del boxeo, como su hermano más estelar: Natalio Jiménez.

  Según los viejos periodistas deportivos domincianos que le vieron accionar en los ensogados del país, Fernando tenía calidad no sólo para vencer a sus rivales compatriotas, sino a eficientes púgiles extranjeros...¡y podo llegar a ser campeón del mundo!.

  Pegada como un artista con sus manos en gancho, recto y jab...era rápido de piernas...podía danzar como una balerina y era un gran asmilador de golpes.

  Como miembro del excelente cuarteto de los Jiménez, Fernando no podía ser segundo de ninguno de sus hermanos. Porque tenía su propio estilo y estelaridad.

  Hoy Fernando Jiménez vive en el condado de Bronnx, Nueva York, pero en una silla de ruedas, sin sus dos piernas y auxiliado por su esposa y otros familiares.

  Cuando alguien se le acerca, para hablarle de boxeo, Fernando se muestra complacido...y comienza a recordar sus buenos momentos. ¡Y los buenos tiempos de suus hermanos, especialmente los del estelarísimo Natalio Jiménez quien, a juicio de los más connotados expertos, ha sido el mejor peso mosca del boxeo profesional de República Dominicana.

La extraña muerte

de José Fernández 

José Fernández, hermano de Vilomar, figura en un sitial de primer orden en la lista de estelares boxeadores dominicanos.

 Al igual que su hermano Vilomar y de Cresencio Fernández, un gran amigo -no familia-, vivía en Nueva York...en la llamada Babel de Hierro hizo casi toda su carrera profesional.

  Hay consenso de expertos en el sentido d que José Fernández, como su hermano Vilomar, tenía "madera" de campeón mundial.

 Y sino no llegó a la cima fue,sencillamente, por la misma historia que se ha escrito de más de una treintena de peleadores quisqueyanos que, asunque con altas condiciones físicas y técnicas para alcanzar cinturones mundialistas, se quedaron en el camino.

 Como se narra en líneas de oteros capítulos, José enfrentó a los mejores peleadores -de su división- de la época en la que él trabajo en cuadriláteros de Nueva York y otras ciudades de Estados Unidos.

Respecto a su muerte, hay diferentes versiones. Algunos afirman que murió trágicamente tras una riña.

 Pero otras versiones, recogidas en Nueva York por este periodista, dan cuenta de que "su muerte se priodujo por una terrible enfermedad".

 Una enfermedad, afirman, que los médicos nunca pudieron encontrar la cura pese a las digilencias hechas por sus familiares, especialmente su querido hermano Vilomar quien siempre estaba a su lado. Vilomar, según los mismos informes que hablan de la muerte "natural", estuvo a su lado hasta los últimos segundos de su vida. 

 El asesinato de Jorge Suero,

 un modesto púgil mediano
 

 Jorge Suero fue un peleador dominicano que no tuvo mucha publicidad en la prensa deportiva de su país.

  Sin embargo, en Santo Domingo y Santiago de los Caballeros formó parte de importants carteleras en las que accionaron púgiles estelares quisqueyanos y extranjeros.

  Ciertamente, en su tierra natal no fue una figura de trascendencia...siempre fue un boxeador que iba a combates preliminares.

  Suero les siguió los pasos a otros boxeadores dominicanos que en busca de nuevos horizontes fueron a vivir a Nueva York.

  En Nueva York, donde viajó para por la ayuda de un amigo promotor, dio los primeros pasos para ampliar su carrera profesional.

 Pero, como era de esperarse, comenzó primero -para buscar el sustento- a trabajar en una factoría...laboró en una factoría como suelen hacerlo miles de ciudadanos hispanos que en sus países no encuentran el pan de la subsistencia.

  Tras cumplir su función laboral, Suero iba al gimnasio a realizar las exigentes sesiones de entrenamientos.

  Porque su objetivo era darse a conocer, formar parte de programas que se montaban en el Forum, instalación que colinda con el majestuoso Madison Square Garden de la calle 34 con 8va avenida, en la parte baja de Nueva York, y enseñar sus condiciones.

  Aunque realizó varias peleas, entre victorias y derrotas, Suero decidió aceptar un gran reto: Enfrentarse al legendario boxeador panameño Roberto -Mano de Piedra- Durán quien todavía tenía capacidad para brillar en el rudo deporte de los puños enguantados.

  Corría el año 1986, enel que Durán daba algunos "tumbos", pues después de su gran victoria (16 de junio de 1983, precisamente en el Madison Square Garden ante el estadounidense Davey Moore a quien le arrebató, por nocaut en el octavo round, la corona de los medianos juniors), no estaba en su mejor momento.

  Porque el ídolo panameño estaba más bien buscando terreno para volver a contender por una faja mundial...después de su pelea con Suero cayó, aunque por una decisión injusta de los jueces, ante el estadounidense Robin Sim, medio hermano de Marvin Hagler.

 Suero, aconsejado por un amigo de Nueva York, que siempre estudo a su lado orientádolo en su carrera profesional, firmó un contrato para enfrentarse a Durán.

 El combate, en la división de los medianos, fue montado el 4 de abril de 1986 en el histórico Gimnasio Nuevo Panamá...y Jorge Suero fue noqueado en dos asaltos por los anestesiantes puños de Mano de Piedra Durán.

  Aquella amarga derrota, que era, claro, esperada por los especialistas y gente dominiana, Suero sólo esperó la paga de la empresa que organizó el breve combate. Y regresó a Nueva York, pero no para volver a visitar cuadriláteros.

 Suero, de acuerdo con revelaciones hechas a este periodista, decidió envolverse en otros proyectos extra boxeo.

  Por abandonar el boxeo y hacer negocios cuyos resultados nunca fueron contados por sus amigos y familiares, el todavía joven atleta se vio en la obligación de pactar acuerdos que fueron calificados como "extraños".

  Sus actividades fuera del boxeo no duraron mucho tiempo...porque por un "ajuste de cuentas", se afirma, resultó muerto a tiros en una calle de Nueva York.

 Esta muerte de Jorge Suero se sumó a las de otros de sus compañeros boxeadores dominicanos. Su sentida muerte también fue una gran tragedia para el boxeo profesional de República Dominicana. 

 Fermín -El Moreno- Guzmán,

 y otra inesperada muerte
 

 Fermín -El Moreno- Guzmán,  puede ser insertarse en la lista de los boxeadores dominicanos que, aunque nunca peleó por un campeonato del mundo, tuvieron momentos positivos en su país.

  Y él también, aunque no por una tragedia, perdió la vida. Su muerte, por causa natural, se registró igualmente de manera confusa.

   Este fornido pugilista era nativo de Santiago de los Caballeros, pero su carrera profesional la desarrolló en Santo Domingo.

   Cuando, hace apenas poco menos de dos años, se supo del fallecimiento de El Moreno Guzmán muchos quedaron atónitos.

 Porque nunca se tuvieron informes de que estaba afectado por problemas de salud...su muerte, revelaron allegados al boxeador, "levantó muchas especulaciones".

 Pero familiares del boxeador, para dejar claro que la muerte de su pariente no fue ocasionada por "asuntos violentos", o de otra índole,  aseguraron que "fue por una enfermedad que lo mantuvo en cama por algún tiempo".

  Respecto a sus andanzas boxísticas, los cronistas deportivos de su época -década de los 70-, lo recuerdan como un boxeador de aceptable calidad.

  Y resaltan la gran demostracióbn que ofreció en un combate (violento, de pura candela) que protagonizó con el también fallecido y neto pegador Fausto "Ceja" Rodríguiez.

   Aquella titánica pelea, en la división welter, se llevó a cabo como la estelar de un cartel montado en el Palacio de los Dportes.

   La riña fue tan disputada que Ceja Rodríguez, quien subió al cuadrilátero como el claro favorito, tuvo serios problemas...¡y hasta el sexto round estaba perdiendo el pleito!.

  El Moreno Guzmán, con efectivos cortos oupercuts, sacudía la cabeza del entocnes monarca nacional de las 147 libras.

   El padre de Ceja Rodríguez, don Jaime Rodríguez, estaba cerquita de la esquina de su hijo...y no podía creer que su vástago estuviera recibiendo una "lluvia de puños" la mayoría de los cuales iban directos a la mandíbula.

  Pero Ceja Ropdríguez, quien estaba afectado de una fuerte gripe, pudo recuperarse. Y cuando parecía que El Moreno Guzmán terminaría con la victoria, fue al piso, en el sexto asalto, producto de una perfecta combinación lanzada por el noqueador sancarleño.

 El Moreno Guzmán sufrió la derrota por la vía de la anestesia y Ceja Rodríguez, ante unas 8,000 personas en la llamada "Media Naranja" del Centro Olípico Juan Pablo Duarte, fue declarado ganador por nocaut flat.

 Pese a la derrota, la fanaticada y los periodistas elogiaron el trabajo de El Moreno Guzmán porque la demostración que ofreció frente a un boxeador de la calidad de Ceja Rodríguez, fue la de un rival de mucha vergüenza y valor espartano.

  El Moreno Guzmán, al desaparecer del mundo de los vivos en forma sorpresiva, debe ser también recordado como un atleta de respeto.  

   Leocadio Mañón: descuido,

   Sida y sentida angustia 

Leocadio Mañón, un joven boxeador dominicano que intentó llegar a ser campeón del mundo, fue sorprendido por el maldito virus del SIDA. Este percance puede ser considerado, también, como otra gran tragedia en la historia del boxeo profesional de República Dominicana.

   El propio peleador, en espeluznantes declaraciones a la prensa internacional, se confesó...antes, tras ser sometido a exámenes del HIIV,  que ocasiona el fatal virus del SIDA, les dijo a familiares y amigos que había sido atrapado por el terrible mal.

  La enfermedad que afectó a Leocadio Mañón entra en la lista de las tragedias por las que han pasado muchos pugilistas quisqueyanos.

   Es preciso señallar que las autoridades del boxeo local, en los meses de febrero, marzo y abril del 2005, no se percataron de los graves problemas de salud que atacaban al humilde boxeador.

   Es que -y hay que exponerlo sin tapujos- prácticamente en los últimos años el Comisionado Nacional de Boxeo de República Dominicana, el organismo que debe velar por la salud de los boxeadores, ha trabajado, en ese sentido, con timidez...¡y sin tener bien claro cuál es su rol!.

   Durante mi larga labor como reportero en el diarismo deportivo, a través de variados artículos y reportajes, plantee lo ineficiente que se ha sido en el país en lo concerniente a la atención (médica) de nuestros boxeadores.

   En el país se han registrado casos de pugilistas que han subido al cuadriláteros, a protagonizar peleas en cartetelas locales, afectados por peligrosas enfermedades.

  Porque prácticamente nunca fueron sometidos a exámenes previos a sus subidas a los ensogados.

   Esta amarga realidad se ha descubierto después que esos mismos boxeadores, cuando han viajado al extranjero y se alistan para competir en programas montados especialmente en ciudades de Estados Unidos, fueron excluidos de las carleteras.

 Y han sido impedidos de participar después de no reunir las más mínimas condiciones para ir al cruce de guantes.

  Es decir,  no han estado aptos -con la salud suficiente- para trabajar en programas del boxeo internacional.

 Sin embargo, cuando esos mismos boxeadores, que han sido rechazados de pelear en el extranjero regresan al país,  tienen la "oportunidad" de ir al cuadrilátero a contender...y hasta poner en riesgo sus vidas.

   El caso de Leocadio Mañón retrata la terrible realidad. Al momento de escribir esta obra -finales de agosto del 2005-  este modesto púgil estaba afectado por el odioso virus del SIDA.

  Y sin que ninguna autoridad del país manifestara preocupación por su salud...Leocadio Mañón sólo dependía de la obligada atención de su familia.

 Pero, además, había perdido su condición de atleta.

  Ya no podía ganarse unos dólares para por lo menos mal comer en una sociedad en la que los atletas sólo encuentran la solidad del Estado cuando sobresalen en competencias internacionales y se convierten en súper estrellas.

 Cuando el atleta, cual que sea la discilina que practica,  cae en desgracia, es olvidado y ningún gobierno (dominicano) va en su auxilio.

 El caso de Leocadio Mañón no echa por el piso lo que en este segmento (las tragedias de nuestros boxeadores) del presente libro exongo con pelos y señles.

  En síntesis, el virus del SIDA que atacó a Leocadio Mañón, cuando le fue descubierto en Estados Unidos cuando se disponía a realizar una pelea por la que ganaría la apreciable suma de U$5,000.00 (cinco  mil dólares), es una gran tragedia y sentida angustia para el boxeo dominicano.