Holyfield no le hizo ni cosquillas a Valuev

Una buena parte de la afición boxística de nuestro país -especialmente de
la Costa Caribe- nos dieron a conocer en las festividades de pascuas y año nuevo su enorme extrañeza ante las dimensiones físicas del Nicolai Valuev, que es algo nunca visto en el historial del pugilismo con sus más de 90 años de profesionalismo reglamentado.

 

Muchos dicen que no es posible la permanencia y menos que menos la competencia de este adefesio de la naturaleza, que gana sus combates en base a esas desproporciones físicas que se manda, no a sus habilidades boxísticas, que son ningunas.

 

Valuev -ya lo dijimos, pero repitámoslo en esta crónica- es un ser humano que mide
2 metros, con
13 centímetros. La talla no es de espanto, ni nada parecido, pues en el baloncesto los hay con esa estatura y hasta más. La cuestión es por el tonelaje que el “pindongo” se manda, ya que pesa 150 kilos, o sea, más de
340 libras. Una mole así no hay contendor que la mueva, mucho menos que la tumbe. Sin embargo, el único antecedente físico de que disponemos sobre pugilistas un tanto parecidos o cercanos a Valuev se llamó Primo Carnera, quien medía 2.01 de altura y llegó a pesar
280 libras. Empero allá por 1.934, Max Baer se dio gusto con el púgil italiano tumbándole 13 veces en el combate, hasta ponerlo nocaut. Antes de Carnera se conocía el caso del campeón mundial Jess Willard, de 2.02 y
250 libras. Willard se enfrentó a un tigre siberiano llamado Jack Dempsey, quien sólo pesó
185 libras, pero que desarrollaba una de las potencias físicas nunca vistas sobre un ring, destrozándolo en sólo 3 asaltos.

Especulemos un poco con la imaginación, para preguntar ¿qué habría sucedido si se hubiera enfrentado este Valuev con un pegador tan contundente como lo fue Mike Tyson en sus mejores tiempos? ¿Usted sí cree que los puños de Tyson no habrían hecho mella en la humanidad del púgil ruso? Los de Evander Holyfield no le hicieron ni cosquillas a Valuev, pero lo mismo no pensamos nosotros ante Tyson. Este volteaba a sus contendores como si fueran muñecos de trapo. Aceptado que no habría sido nunca lo mismo ante Valuev, pero daño sí que le habría hecho. Especialmente en golpes al plexus, ya que Tyson, con su estatura bajetona, no le habría podido llegar a la mandíbula de Valuev. Si Dempsey, con su 1.85 tuvo que brincar varias veces para conectar a Willard en el rostro, Tyson habría necesitado una escalera para hacer lo mismo ante Valuev… Y pongámosle punto final a la imaginación…

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