Le dan el último adiós a Daniel Aguillón

Ayer la calle Sinfonía de la colonia Jorge Jiménez Cantú, de Cuautitlán Izcalli, lucía triste, contrario a aquellas ocasiones en que los vecinos se organizaban para ir a echarle porras a su ídolo que muchas alegrías les dio con ese fiero estilo de pelear.

Y es que al fondo de esa cuadra, en la casa de sus suegros, velaban el cuerpo de Daniel Aguillón, quien por más que luchó por su vida desde el miércoles anterior, su corazón dejó de latir el pasado lunes por la tarde, en el hospital Xoco, a donde ingresó tras el tremendo nocaut en doce asaltos contra Alejandro Sanabria, en el Foro Scotiabank de Polanco.

El ataúd color plata estaba en el centro. Encima el cinturón de campeón pluma de
la Cabofe de Daniel y una fotografía de él en guardia, un Cristo y alrededor una veintena de coronas.

El cuerpo del desafortunado púgil llegó alrededor de las 4 de la madrugada del martes y hoy a las 10 am. será trasladado al Parque Memorial de Naucalpan, donde recibirá cristiana sepultura.

Muchos familiares, amigos, y gente del medio boxístico estuvieron en el velorio y el número aumentó considerablemente conforme avanzó la tarde y noche.

Dentro de su dolor, la señora Graciela Yabel López, viuda de Daniel Aguillón, el señor Juan, padre del monarca, y su hermano el peleador profesional Gabriel, quien tenía en brazos a Éric Miguel, de tres años, hijito de Daniel, tuvieron fuerzas para hablar con un nutrido grupo de periodistas y cámaras de televisión.

Ahí estaba el doctor Horacio Ramírez Mercado, jefe de los servicios médicos de
la Comisión de Box del Distrito Federal; licenciado Juan José Herrera Ornelas, secretario ejecutivo de
la ComBox del EdoMex; Édgar Sosa, monarca universal minimosca; Jhonny González, Iván Cabrera, Alejandro López, Gelasio Pérez, Julián Delgado, Paco Sánchez, Mario Romero, Julio Villalobos, dirigente de Aguillón, y Aquiles Torres, entre otros. Más tarde llegarían el promotor Ricardo Maldonado hijo, Rafael Herrera y muchos más. Todos hicieron guardias de honor.

A las 14 horas se ofició una misa de cuerpo presente en la iglesia Santo Niño Jesús, a unos
300 metros del domicilio del campeón. Fernanda Jimena, de dos años, nenita de Aguillón, se la pasó dormida en brazos de una de sus tías, en tanto que su hermanito Éric Manuel, de tres escuchaba atento al padre.

El señor Juan dijo que debido a que les entregaron ya tarde el cuerpo de su vástago decidieron que el sepelio fuera hasta hoy y a la vez para que gente de Michoacán y Guanajuato llegaran a tiempo. Se espera a una multitud en el último adiós a un guerrero de los cuadriláteros, esta mañana.

Su hermano cuelga los guantes

El dolor es mucho, de ahí que Gabriel Aguillón, hermano de Daniel, decide mejor retirarse del boxeo, "para no martirizar a mis padres".

Un consternado Gabriel indicó que "antes que nada damos las gracias a los medios de comunicación por estar al pendiente de Danny, quien descansa. Estamos tristes, pero alegres porque ya está con Diosito".

Con foja de 7-1, 5 nocauts, Gabriel mencionó:

"Daniel donde se paraba era estimado, aquí en la colonia no es la excepción. Siempre fue muy dedicado al box; murió como un guerrero".

-¿Seguirás en el boxeo?

"No, para no mortificar más a mis papás, Juan y Mercedes (Ramírez). Una ocasión el platicamos el 'Chato' (así le llaman de cariño a Daniel) y yo, me dijo que si algún día moríamos boxeando nos iríamos contentos porque nuestra pasión es el box. Se fue como un gran campeón".

Y apuntó:

"Danny me comentó que contra Alejandro Sanabria saldría a morirse en la raya porque era una gran oportunidad de acercarse a una pelea de campeonato del mundo y estuvo a punto de lograrlo. De verdad mi agradecimiento por el apoyo moral de la gente, no lo esperábamos".

Gabriel prosiguió:

"Este ha sido un accidente, algo increíble, nadie nos imaginábamos que sucedería. Mi padre nos advirtió que este deporte era riesgoso, porque él fue boxeador, y nosotros aceptamos entrarle".

-¿De verdad ya no combatirás?

"Por supuesto que no, se lo prometí a mi hermano. Me dedicaré a trabajar en la distribuidora de vinos. Yo era peso gallo".

Puntualizó que "nosotros nos inspiramos en Érik Morales, quien se preocupa por nosotros. Mi mamá se ponía nerviosa al vernos en el ring, pero siempre al igual que mi papá nos daban la bendición. Para su riña contra Sanabria, Daniel hizo una excelente preparación. El entrenador Carlos Cacique ponía a Danny como ejemplo con los demás chavos por la responsabilidad que mostraba en los entrenamientos. Varias veces compartimos en una cartelera. Nos iniciamos con el señor Cacique, posteriormente nos fuimos con el 'Zorrita' Luna y regresamos con Cacique".