José Aldo, el Maradona de las AMM

José Aldo

nació en Manaos, capital del estado de Amazonas. De pequeño nunca imaginó que se convertiría en una estrella de las artes marciales mixtas. Su interés pasaba por el fútbol, deporte en el cual demostraba grandes habilidades. Sorprendentemente, su ídolo no era el mítico ¨Pelé¨ sino ¨Maradona¨, máximo referente del deporte argentino. Aspiraba poder convertirse algún día en futbolista profesional y quizás jugar en el club de sus amores, el Flamengo de Río de Janeiro. Ahora su sueño pasa por otro lado: 

¨Mi deseo personal, mi sueño, es comprar mi propia casa. Este es el sueño que más me motiva y cada vez estoy más cerca de obtenerlo¨.

En las favelas, la rivalidad era intensa y la fricción no escaseaba. El juego violento fue tomando cada vez mayor protagonismo en su vida. Su director técnico llegó a sugerirle las artes marciales para canalizar esa agresión. Aldo aceptó el consejo y comenzó a practicar Capoeira, una expresión artística brasileña de origen africano que combina facetas de las artes marciales, la música y el deporte. La Capoeira surgió hace muchos años como un intento de revolución de los esclavos negros traídos desde Angola hacia la colonia portuguesa en Brasil. Para Aldo, la práctica de este deporte era una válvula de escape frente a la situación delicada que vivía en su casa con un padre alcohólico y golpeador. La calle era el lugar en donde practicaba las maniobras acrobáticas de esta danza de liberación.

Meses más tarde, otra disciplina marcial atraería su atención, el jiujitsu brasileño. Este deporte o forma de defensa personal, se centra en las técnicas que se originan en el jiujitsu japonés aunque se adapta mejor que éste a la lucha cuerpo a cuerpo en el suelo. Según su fundador, Helio Gracie:

¨Dios creó a hombres, unos fuertes y otros menos. El jiujitsu iguala o minimiza esa disparidad de fuerza y/o altura una vez que un oponente de menor envergadura o peso decide proyectar a su adversario, llevándolo al suelo para, desde allí, utilizar alguna técnica del jiujitsu.¨

Quizás por su escasa envergadura, Aldo encontró en el jiujitsu la disciplina y el entrenamiento que lo llevarían a ganar múltiples campeonatos locales e internacionales. Al ser un deporte amateur, las victorias no generaban ningún tipo de ingreso. Su situación era precaria y muchas veces no llegaba a cubrir las necesidades básicas. Wagnney Fabiano, compañero de entrenamiento de Aldo y figura de la WEC comentó alguna vez que José llegaba al gimnasio muchas veces sin haber probado bocado en todo el día. El dinero estaba en las artes marciales mixtas y ese sería el próximo paso.

Aldo debutó en las artes marciales mixtas con apenas 17 años. Su rival era un compatriota que también hacía su primera presentación en la jaula. La pelea duró apenas 18 segundos, finalizando de forma espectacular con un nocaut producto de una patada a la cabeza de la ¨ardilla sonriente¨ como algunos lo apodan. De esta forma, Aldo demostraba que era cosa seria y a partir de allí, hilvanaría una racha de 6 victorias consecutivas.

Apenas cuatro años más tarde haría su entrada en la WEC (World Extreme Cagefighting) dejando una gran impresión y ganando por nocaut técnico en el segundo round frente a Alexandre Nogueira. Aldo arrasaría con la división de las 145 lbs destronando a los que alguna vez habían sido campeones indiscutidos de la categoría como Mike Brown o Urijah Faber.

En la actualidad, José Aldo es considerado uno de los mejores peleadores del mundo peso por peso. Su récord impresiona (18 victorias y 1 caída) aún más cuando tomamos en cuenta que el brasileño ha enfrentado a los mejores de su categoría. Solamente en la WEC, cosechó 8 victorias sin ningún traspié.

El sábado 30 de abril en el Rogers Center de Toronto, Aldo estará frente a otro desafío en su carrera, quizás, el más importante por la trascendencia del evento. El UFC 129 será encabezado por la pelea estelar de la noche entre Georges St. Pierre y el retador Jake Shields. El Rogers Center tiene una capacidad para 55 mil espectadores que agotaron los boletos en minutos y colmarán el estadio en una de las veladas más destacadas del año en lo que a artes marciales mixtas se refiere.

¨Scarface¨ (otro de los tantos apodos de Aldo) deberá adaptarse al octágono de mayores dimensiones del UFC en comparación con la jaula de WEC y manejar la ansiedad previa a un combate de tanta repercusión.

Su rival en esta ocasión será el local Mark Hominick, quien contará con el apoyo de la afición canadiense. Esta no será la primera vez que Aldo enfrente a una fanaticada hostil. Recordemos que allá por abril del año pasado, batalló con Urijah Faber en su jardín trasero, Sacramento, frente a más de 12 mil personas y se llevó una de las victorias más memorables en su carrera.

Hominick cuenta con un récord de 20 peleas ganadas y 8 caídas, llegando a este duelo con una racha positiva de 5 victorias consecutivas. Su fuerte está en la lucha de pie aunque también es capaz de someter oponentes. El título de las 145 lbs estará en juego en un enfrentamiento con potencial de convertirse en la pelea del año. El canadiense sabe que ésta será el combate de su vida y reconoce el calibre de su oponente:

¨José Aldo se merece el reconocimiento como uno de los 3 mejores luchadores peso por peso junto con Georges St. Pierre y Anderson Silva. Tiene la capacidad de finalizar un combate en todas las facetas del deporte, siendo peligroso tanto en el suelo como de pie. José es el tipo de peleador con el que quieres competir por el título, ya que sabes que es considerado uno de los mejores.¨

En los pasillos, ya se está hablando de quién será el próximo rival de Aldo luego de este combate.

  Esperemos que el brasileño no cometa el error de subestimar a este canadiense, dueño de una mano pesada capaz de cambiar el curso del pleito en un abrir y cerrar de ojos. Desde una óptica no apasionada, la pelea es más equilibrada de lo que muchos piensan.

Para los que nunca se deleitaron con un combate de las 145 lbs, el sábado 30 de abril será una ocasión inmejorable para hacerlo. Los pluma van continuamente hacia adelante y no conservan sus energías. El ritmo de pelea es frenético y estos dos guerreros sacarán chispas en cada uno de los intercambios. Las chances de ver un nocaut espectacular son altas.