Los brulotes boxísticos de aquellos años

¿Y la paga? ¿Cuál era la remuneración para cada boxeador, teniéndose o no teniendo en cuenta que desde que estaban escogidos 3 ó 4 boxeadores por división era por que se trataba de pugilistas de calidad. Pues, asómbrese si lo quiere: 5 pesos por pelea. No, eso era todo, eh, Ave María, dicen los paisas. Usted no ha leído mal: 5 pesos por combate. Desde luego, un boxeador de peso ligero como Geofrey Paugham, quien ganaba por la misma época 3 mil pesos por pelea y se lo pagaba el Mayor Palacio Plaza, presidente de la Liga, no podía aceptar aquello y dijo que él no competía en aquella maratón pugilística

Y entonces dijeron que lo descalificarían. Fue cuando Paugham buscó a este columnista para que lo defendiera. Y nos queda mal por inmodestia decirlo así, pero volvimos polvo a los voceros de aquel cambalache, en la reunión presidida por el Mayor Palacio Plaza. A uno que ya está fallecido y que era de los mas briosos en pro del amasijo boxístico, le preguntamos por el organismo mundial al cual estaba afiliado la entidad. ¿Y que creen ustedes que nos contestó este barbarito? Nos dijo que por el ¡International Boxing Club! Le soltamos la risa y le dijimos que eso era simplemente un club de boxeo que contrataba boxeadores en EE.UU. El Mayor Palacio se dio cuenta que aquellos no sabían nada de organización boxística, y se abstuvo de sancionar a Paugham.

Estos recuerdos de ciertos pasajes que se dieron muchos años atrás, en los que primaba el abuso, la explotación de los boxeadores. Por aquellos días había llegado a Barranquilla Rafito Cedeño, manejador de Carlos ‘Morocho’ Hernández, campeón mundial peso ligero. ¿A qué venía? A contratar a Mario Rossito para enfrentarlo al Morocho en Caracas. Igual que en el caso arriba indicado: Focha Hernández nos avisó de una reunión para cerrar trato y nos dijo que Rossito estaba solo, sin que nadie lo representara. Para allá nos fuimos, pero ya los contratos estaban firmados. En lo único que pudimos alterar fue en la designación de un juez colombiano, porque todos eran venezolanos. Pero ni falta hizo porque Rossito fue noqueado en el 4º. asalto.

Otro día seguiremos hablando de episodios del boxeo colombiano.