¡Vuelve el gigante Nicolay Valuev!

Siempre he dicho aquí que la división pesada algo tiene de circo.

Sin embargo y aunque a algunos no les gusta ver a alguien de 2.13 de estatura desenvolverse en el ring, siempre resultará interesante enterarse cómo un gigante de esos lidia con enemigos de mucho menor tamaño.

Quizá en ello influya la fábula de David y Goliat.

La DPA informó ayer que cinco meses después de perder la corona de los pesados, el ruso Nikolai Valuev vuelve al ring decidido a recuperar cuanto antes el fajín de campeón.

El coloso de aproximadamente 150 kilos de peso se enfrentará el 29 de septiembre en Oldenburgo, en el norte de Alemania, al canadiense Jean-Francois Bergeron, según comunicó el grupo Sauerland-Promotion.

"Allí voy a sentar la prImera piedra para una pelea por el título", amenazó Valuev, apodado "la Bestia del Este". Su rival, un grandote de dos metros, ganó los 27 combates que disputó.

Valuev, de 33 años, fue derrotado por puntos en abril, lo que frenó su racha invicta en 47, para cortar sus aspiraciones de igualar la marca del inmortal monarca estadounidense Rocky Marciano, que tuvo 49-0.

"Tengo algo que probar y este combate será la primera demostración. Venceré", avisó Valuev, que ambiciona "volver a ser campeón del mundo" y confesó estar "muy impaciente por volver al ring". Asegura haber aprendido "la lección de la primera (y única) derrota de mi carrera".

A guisa de moderno David, y de su desventaja en talla, peso y supuestamente en potencia, el zurdo Uzbeko Ruslan Chagaev le pasó por encima, siendo más rápido, más preciso y más explosivo.

Un juez dio empate 114-114, pero los otros dos decidieron 115-113, 117-111.

Las estaturas no son definitivas en el boxeo. De ser así, Humberto "La Chiquita" González solamente le hubiese ganado en su carrera a Javier "Candelita" Várguez. Este reportero no olvida aquella ocasión en que Humberto conoció al que era su retador por el título nacional minimosca en 1988 en esta capital y, en una expresión espontánea, exclamó:"Creí que no había nadie más chaparrito".

Le decía a Nacho Huízar que cuando Raúl "Jíbaro" Pérez, quien mide 1.80 y tiene el récord como el campeón mundial gallo más alto junto con Panamá Al Brown, expuso su cetro contra el argentino Lucio "·Metralleta" López, quien apenas llegaba al 1.60, terminó con tajos en ambas cejas y tuvo que irse a los 12 asaltos para doblegar a ese rival. Boxrec.com la califica como una de las peleas más sangrientas de todo tiempo, ya que el che tampoco se fue limpio. La estatura no es sinónimo de ventaja definitiva en el boxeo.