Cuando Reymundo "Sugar Rey" Beltran, 11-2 (8), de 21 años de edad, mira hacia atrás a su vecindad en México, ve los esfuerzos que, quizá en contra de su propia naturaleza, lo han endurecido hasta ser un peso pluma de calidad mundial y Campeón FECARBOX. 

"Las pandillas solían golpearme," recuerda. "Era un niño asustado. Siempre estaba con mis familiares porque teníamos que trabajar para comer. No me dejaban salir a la calle; temía que la gente me golpeara. Entonces, cuando llegas a la adolescencia, quieres salir no puedes porque no tienes ropa para salir ni dinero.

Tu dinero tiene que ir a ayudar en la casa. Empecé el boxeo por esa razón. Empecé a tomar el boxeo en serio. En México, el boxeo es una oportunidad." Finalmente al reunirse con su padre, aparte de que lo fue ilegalmente al inicio, los Beltrán eventualmente se radicaron en Phoenix, Arizona en donde Reymundo inició su carrera profesional de una manera no tan buena, perdiendo en cuatro asaltos por decisión en su tercera pelea.

Eso resultó ser una bendición. "Vinimos a los Estados Unidos buscando buenas oportunidades, pero después de la pelea que perdí, no quería pelear más. Lo pensé y decidí que quería entrenar en otro lugar. Le dije a un tipo en el gimnasio, él habló con su hermano y éste habló com Emanuel Steward sobre mí. Ocho meses después, él (Emanuel) me pidió que viniera a Detroit y entrenar en Kronk."