Hace seis años, el mexicano Juan Manuel Márquez decidió colgar los guantes y retirarse del boxeo profesional, como uno de los mejores peleadores de todos los tiempos, en su natal país. Hoy, ya es miembro del Salón de la Fama de Canastota. Juan Manuel Márquez se retiró después de vencer a Mike Alvarado, en mayo del 2014, culminando una brillante carrera que significó la conquista de cuatro títulos mundiales en diferentes categorías, nueve campeonatos mundiales en total y el reconocimiento como un verdadero guerrero azteca sobre el cuadrilátero. Sin embargo, lo que verdaderamente le dio brillo a su carrera fueron esos cuatro combates con el sensacional Manny Pacquiao, sobre todo el último enfrentamiento de noviembre del 2011, en el que lo noqueó de forma aplastante, en una imagen que quedará grababa en la pupila de los aficionados, hasta el final de nuestros días. Esa caída de Pacquiao nadie la sospechaba. Pero Márquez y su entrenador, la leyenda Ignacio “Nacho” Beristain, trabajaron para conseguir una victoria y de forma contundente, despés de un empate y dos derrotas en combate previos con el “Pacman”. Márquez se caraterizó, además de su coraje, de una gran calidad técnica. Fue un contragolpeador nato, con gran olfato. Ah, es cierto que algunos cuestionarán su derrota ante Floyd Mayweather, en agosto del 2009, pero peleó en welter, una categoría muy superior a la que estaba acostumbrado, y ante un peleador más grande, rápido y fuerte, como el estadounidense.