¡Érik Morales entrena para revindicarse!

A lo anterior se sumó la deficiente preparación que Morales tuvo para ese pleito, por lo cual las piernas le abandonaron a su suerte después de haber dominado con claridad en los primeros cinco episodios.

Érik es un muchacho que desde hace años vive una situación económica desahogada y es obvio que le resulta muy difícil sujetarse a una disciplina total, por lo cual el promotor Bob Arum intervino esta vez para ponerlo en manos de especialistas. Pero así fuesen los mejores del mundo, nada funcionaría sin la voluntad del triple campeón del Consejo Mundial de Boxeo.

La estadía en California también sirvió para mantenerle alejado de las tentaciones que un hombre como él siempre tiene a su alcance.

Si usted revisa el video de la segunda contienda del "Terrible" con Pacquiao, comprobará que no hubo golpes "de nocaut". Érik se cayó de cansancio y si no lo hizo antes del décimo round fue porque es muy orgulloso y aspiraba a sacarse la lotería con un golpe milagroso que era lo único que podría salvarlo a esas alturas.

"La relación familiar no cambió, siempre estuvimos bien. Lo del boxeo creo que se afectó, según yo, por muchos intereses, muchos barberos que llegaron últimamente y managers que todo lo saben, pero que lo hicieron perder piso", le dijo José Morales a mi colega Salvador Rodríguez.

En realidad lo que pasó es que hubo exceso de confianza del púgil.

Las fotografías que envió Francisco Nava el 6 de octubre y otras tomadas por Juanito Ramos, mostraban desde entonces a un Érik delgado, con los pómulos marcados, muy distinto al que se veía cuando faltaba un mes para el segundo choque con Pacquiao.

Alfonso González Ornelas comentó haber visto a Morales en días recientes y "está esbelto pero fornido; se mira muy fuerte". Con esta observación basta para saber que ahora el "Terrible" tendrá gas para batirse 12 rounds si es necesario.