Greg Sirb, director ejecutivo de la Comisión Atlética del Estado de Pensilvania le dirá adiós a su cargo el próximo viernes 29 de septiembre, tras 33 años de servicio.

Sirb tiene la distinción de ser el supervisor de una comisión atlética estatal con más tiempo en el cargo, recordando que llegó como director ejecutivo desde el 29 de enero de 1990.

"Es el momento", expresó entre risas Sirb al medio especializado BoxingScene.com.

En sus años en el cargo, Sirb se ganó la reputación de ser considerado uno de los reguladores  del deporte más escrupulosos de Estados Unidos, donde existe una escasa lista con ese reconocimiento, afianzando la seguridad y coherencia en el boxeo, una disciplina repleta de comportamientos con escasez de ética y donde abunda el fraude.

Con Sirb al frente de la dirección ejecutiva, Pensilvania se convirtió en un destino popular para los deportes de combate, incluso en 2019 recibió el Premio James A. Farley a la Honestidad e Integridad que le fue concedido por la Asociación de Escritores de Boxeo de Estados Unidos. 

Sirb tuvo un papel destacable al momento de apoyar en el diseño, junto con el fallecido senador de Arizona John McCain, dos leyes federales para aportar lastre regulatorio al conocido como el “salvaje oeste” de los deportes.    

Sirb aseguró que esos dos proyectos de ley, realizados con el senador McCain son unos de los momentos que lo hacen sentir orgulloso de su carrera.

"Fueron enormes, realmente cambiaron el panorama del boxeo profesional, para mejor. sin duda", afirmó Sirb. 

De 1996, al año 2000 también fue presidente de la Asociación de Comisiones de Boxeo, y señala que puede estar tranquilo al jubilarse porque, a su juicio, el deporte es más seguro que cuando él comenzó a practicarlo.

"Sin duda, el aspecto regulatorio ha mejorado. Todos los combatientes poseen una identificación federal. Los peleadores ya no pelean bajo suspensión médica, eso ha mejorado mucho", resaltó Sirb. 

 Sin embargo, reconoce que aún quedan aspectos por mejorar en el boxeo, especialmente en algunas locaciones donde se maneja la política del boxeo, de una forma reprochable.

"Todavía tenemos algunas comisiones que son algo laxas con relación a los requisitos médicos, que son algo laxas en la supervisión de los desajustes", dijo Sirb. "Pero incluso eso ha mejorado con los años".

Nacido en Sharon es un reconocido adicto al boxeo desde que su infancia. Recordó ir a las peleas con su padre, quien incluso conducía más de tres para ver algunos de los grandes de aquel entonces en Filadelfia.

“Extrañaré la emoción de las grandes peleas, el boxeo y las MMA, especialmente en Filadelfia, lo extrañaré todo”, finalizó.