García enfocado en convertirse en campeón de las 140

Aficionados, seguidores y expertos, no esperaban que Ryan García se mantuviera al nivel de su última pelea, pero se mantenía la expectativa si volvería al cuadrilátero fácilmente después de su primera caída como boxeador profesional.

Oscar Duarte será el oponente a enfrentar de García antes de finalizar el año, pese a ser sorpresiva la elección, considerando a Duarte un artista del nocaut, ambos chocarán guantes el próximo 2 de diciembre en una pelea pactada a 12 asaltos de peso welter junior, en el Toyota Center en Houston, Texas.

"Si quiero convertirme en campeón, no puedo aceptar peleas fáciles y pensar que eso me llevará a donde quiero. Sabía que Oscar era un desafío", aseguró García durante la conferencia de prensa inicial el pasado miércoles.

"Estoy renovado, perfeccionando mis habilidades y concentrado en convertirme en campeón en 140. Creo Oscar era la persona perfecta para enfrentarme", señaló el boxeador mexicano.

García mejoró su clase en su encuentro previo, cuando cayó por nocaut ante Gervonta “Tank” Davis en el séptimo round de su pelea celebrada en abril pasado, resultado que manchó el récord intachable de García.

Adicionalmente, esta derrota dejó dudas sobre su futuro debido a la disputa que tiene con el promotor Oscar De La Hoya, dueño de Golden Boy Promotions. Ambos dejaron a un lado sus diferencias para que García continúe con su carrera, apoyado en los servicios de entrenamiento de la mano de Derrick James a quien contrató tras su derrota contra Tank.

En tanto, el también mexicano Duarte, ha noqueado a cada uno de sus últimos 11 oponentes. En esta ocasión subirá de peso para medirse a García, quien espera que sea un encuentro en la división de peso welter junior.

“Él es rápido y fuerte, tiene buen momento. Así que esta pelea tenía sentido para mí. Si demuestro lo que puedo hacer, eso me puede preparar para las peleas más importantes. Así que ahí es donde estoy ahora”, afirmó García, quien ha estado entrenando en las instalaciones de James en Dallas.