Jai Opetaia disfruta ser la cara visible de la revolución del boxeo australiano

Gran Bretaña, Estados Unidos, México: todos estos países son conocidos por producir talento excepcional en el boxeo. Sin embargo, Australia se está abriendo paso en el debate sobre el boxeo y se está convirtiendo en un epicentro del deporte con una impresionante selección de talentos australianos que comienzan a mostrar su fuerza.

El hombre al frente de esta revolución del boxeo australiano es el campeón de peso crucero de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), Jai Opetaia, quien regresa a la acción el domingo, en vivo por DAZN.

Opetaia defenderá sus títulos de la FIB y de la revista Ring contra el italiano Claudio Squeo en el Centro de Convenciones Gold Coast de Broadbeach, en su segunda pelea consecutiva en su país natal.

Cuando se habla de boxeadores australianos notables de los últimos tiempos, el excampeón indiscutible de peso superligero Kostya Tszyu viene inmediatamente a la mente.

Luego vino la explosión del boxeo australiano, que comenzó con la victoria de George Kambosos sobre Teófimo López en 2021 para convertirse en campeón unificado de peso ligero en Nueva York.

Desde aquella memorable noche en la Gran Manzana, Opetaia se ha convertido en bicampeón mundial de peso crucero, mientras que el olímpico de 2020, Skye Nicolson, se alzó con los honores mundiales de peso pluma.

Sin embargo, no son solo los nombres consagrados los que están atrayendo la atención del boxeo a Australia; también hay promesas, como el peso pesado Teremoana Jr., quien ha propinado nocauts virales en sus seis combates profesionales hasta la fecha.

Al observar la actual generación de talento australiano y compararla con el pasado, es indiscutible que el boxeo en el país ha alcanzado su máximo auge, una idea con la que Opetaia coincidió durante una entrevista exclusiva con DAZN News.

“Siento que está en su apogeo. Tenemos muchísimos boxeadores de talla mundial que demuestran sus habilidades en todo el mundo”, dijo Opetaia.

“Estoy orgulloso de estar al frente, estoy orgulloso de representar a Australia. No teníamos caminos como este; lo construimos con australianos participando en los eventos de la Temporada de Riad”.

“Hicimos un gran esfuerzo para llegar hasta aquí. Es el fruto de nuestro trabajo”.

Encabezando eventos en su país natal y con frecuentes apariciones en las carteleras de la Temporada de Riad, no hay duda de que Opetaia es la cara del boxeo en Australia.

Con un impactante resumen de sus mejores momentos y una personalidad magnética, este boxeador de 29 años tiene mucha esperanza, y aunque es consciente de la presión que soporta, la acepta con entusiasmo.

"Siempre he sentido presión. Siempre he luchado por mi familia; la presión es un privilegio".

"Usamos la presión de forma positiva, como motivación cada día; es lo que es. Nos moldea para ser mejores".

Si bien es un gran logro ver esta afluencia de talento boxístico australiano, cabe preguntarse por qué los boxeadores australianos han sido frecuentemente ignorados.

¿Se debe a la falta de visibilidad? ¿O a que los medios tradicionales simplemente no podían darles tanta atención como ahora, con el inmenso poder de internet?

Es una pregunta que a Opetaia le costó responder, pero esta cobertura mundial le llena de un inmenso orgullo al representar a su país, Australia, en el escenario mundial.

“Sinceramente, no sabría decirte”, respondió Opetaia cuando se le preguntó por qué el boxeo australiano había sido ignorado en el pasado.

“Simplemente sé que en la época en la que estoy ahora competimos con los mejores. Es bueno estar aquí. En este momento, me siento honrado de estar en el escenario ondeando las banderas, siendo un campeón mundial de Australia y de la cultura polinesia”.

“No estoy seguro de cómo era en aquel entonces, pero ahora mismo vamos por buen camino”.

Opetaia esperará continuar con su buen camino el domingo cuando se enfrente a Squeo con la esperanza de que una victoria le permita realizar varias peleas de unificación en su búsqueda por convertirse en el campeón indiscutible en un futuro no muy lejano.