Natasha Spence derrotó a Maricela Cornejo en su casa

La peleadora canadiense Natasha Spence está acostumbrada a ser el motor que impulsa las carreras de otras boxeadoras. Pero este viernes, en Toppenish, Washington, la noche giró en torno a ella.

Enfrentándose a Maricela Cornejo en un evento estelar de peso mediano a seis asaltos, en peso mediano, en el Legends Casino Hotel, prácticamente el patio trasero de Cornejo, Spence se impuso por decisión unánime, logrando un increíble giro en su carrera a los 40 años. Al final de seis asaltos, Spence se impuso con claras tarjetas de 59-55, 59-56 y 60-54.

Spence, de Cambridge, Ontario, Canadá, llegó a la pelea tras cinco derrotas consecutivas y un récord de 0-6-1 en sus últimas siete peleas.

Su competencia reciente no era una simple banda de taxistas: las oponentes de Spence en su racha sin victorias tenían un récord combinado de 67-7-3 cuando las enfrentó, lo que convierte su resiliencia, especialmente a una edad en la que la mayoría de las boxeadoras se han convertido en exboxeadoras, en un logro en sí mismo.

“Me siento increíble. Hacía mucho tiempo que lo esperaba”, dijo Spence, ahora con un récord de 9-8-2 y seis nocauts, en el ring después de la pelea. “Me siento genial. Me esforcé muchísimo para esto; disculpen mi francés, lo siento. Pero me dejé la piel para esto, así que espero que hayan disfrutado la pelea”.

En particular, los dos últimos asaltos fueron el desenlace perfecto para una pelea estelar entretenida. Tras un agarre un tanto inestable y una advertencia del árbitro a Spence por usar la cabeza al principio del quinto asalto, inmediatamente atacó a Cornejo con un jab contundente.

Cornejo respondió con un bombazo de derecha arriba, su mejor golpe de la pelea, que hizo tambalear brevemente a Spence. Respondiendo con un zurdazo contundente, Spence recibió otro derechazo en la sien, y luego otro.

Cornejo, con un récord de 19-8 y 7 nocauts, originaria de Prosser, Washington, y que ahora entrena en Los Ángeles, parecía en ese momento que iba a tomar las riendas de la pelea. Conectó más derechazos contundentes en el sexto y último asalto, y nunca se acobardó de los intercambios.

Pero Spence conectó varios izquierdazos de calidad, añadiendo un fuerte trabajo corporal, que pudo haber sido suficiente para ganar el asalto. La pelea no siempre fue limpia, pero fue feroz e implacable, y después, Spence se ganó el respeto del público de Cornejo:

"Escuché algunos abucheos aquí, y todos tienen derecho a su propia opinión", dijo, dirigiéndose directamente a los aficionados desde el ring. "Me han arrebatado un par de peleas que sabía que había ganado; todos sabían que había ganado. Así es el deporte. Si quieren que la repitamos, siempre estoy dispuesto a hacerlo. Le daré la oportunidad de demostrarlo si creen que ganó. Podemos hacerlo de nuevo, me parece bien”, finalizó la peleadora canadiense que hizo callar a muchos que pensaban que ella, sólo serviría como carne de cañón.