Jai Opetaia molesto porque el Zurdo Ramírez lo esquiva

El noqueador australiano Jai Opetaia ha encendido la conversación en el peso crucero. El campeón de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), criticó públicamente que David Benavidez y Gilberto “Zurdo” Ramírez peleen entre ellos el 2 de mayo de 2026, en lugar de enfrentarlo en una unificación. Para el australiano, la decisión no tiene otra lectura: “Me están esquivando”.

Opetaia (28-0, 22 nocauts), considera que ambos han tomado un camino más cómodo. El “Zurdo” Ramírez es campeón Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y, según Opetaia, un duelo directo habría servido como una unificación histórica de tres cinturones. En su opinión, era el combate que debía realizarse en la división.

Opetaia puso el foco especialmente en Ramírez. Señaló que el mexicano está peleando contra un rival “que sube dos categorías” y que esa elección habla por sí sola. Para el australiano, si el campeón quiere consolidarse como el mejor del mundo, debe hacerlo enfrentando al campeón más dominante de la categoría.

Benavidez (31-0, 25 nocauts), que llegó al peso crucero hace unas semanas. Su primera aproximación real a la divisional, ante un rival de entidad, se dio el pasado sábado, cuando derrotó a Anthony Yarde. Antes había competido en 175 libras, donde debutó contra Oleksandr Gvozdyk en 2024. Esa progresión hace que Opetaia cuestione la lógica deportiva del emparejamiento.

El australiano aseguró que su objetivo no es Benavidez ni Ramírez como nombres propios, sino los cinturones que poseen. “No perseguimos peleadores, perseguimos cinturones”, declaró. Su misión es convertirse en campeón indiscutido y no entiende por qué la oportunidad tarda en llegar si los títulos están en juego.

Benavidez tampoco escapó de la crítica. Según Opetaia, el estadounidense mostró sorpresa cuando se le preguntó si estaría dispuesto a enfrentarlo en caso de vencer a Ramírez. Ese gesto, para él, muestra que no existe una intención real de realizar la pelea que unifique completamente la división.

Opetaia quiere pelear contra el ganador, aunque su discurso va más allá de un deseo competitivo. Insiste en que la división crucero necesita un campeón absoluto y que el público reclama ese tipo de noches. “Si quieren ser los mejores, deben vencer al mejor”, lanzó en referencia a su propio reinado.

El australiano se mantiene como uno de los nombres más respetados del peso crucero tras sus victorias sobre Mairis Briedis y Ellis Zorro. A la espera de que Benavidez y Ramírez resuelvan su disputa, Opetaia ya ha dejado claro el siguiente paso que exige para su legado. Mientras el gran combate llega, seguirá defendiendo su corona. Tiene programada una defensa el 6 de diciembre en Australia frente a Huseyin Cinkara.

El mes pasado, Ramírez reanudó sus entrenamientos en el Brickhouse Boxing Club de North Hollywood, California, tras una cirugía de hombro derecho en julio pasado. Antes de que el originario de Mazatlán, México, se enfrente a Benavidez, “Zurdo” defenderá sus títulos de campeón mundial supercrucero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y peso superpesado junior de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) contra Robin Sirwan Safar (19-0, 13 nocauts) el 16 de enero en Palm Desert, California.