¡Mejor que Pacquiao no menosprecie a Solís!

Si Manny Pacquiao no quiere que se repita la historia de 2003, cuando en el mismo Alamodome noqueó sorpresivamente a Marco Antonio Barrera, no debe menospreciar al tapatío Jorge Solís. Entre la historia de noviembre de 2003 y la de abril de 2007, existen algunos datos coincidentes dignos de tomar en cuenta. Hace poco más de tres años, Pacquiao era tan desconocido como ahora lo es el “Coloradito” Solís. El filipino llegó al encuentro con Barrera con 36 peleas, de las que perdió dos y empató otra; por su lado, Solís subirá al encordado este sábado con 30 victorias y dos empates, sin derrotas. También en la cuestión del peso existen similitudes. Para pelear con Barrera en peso pluma, Manny llegó como ex campeón mundial mosca… ventaja para el mexicano -se pensó-, aunque la realidad fue otra.

Solís fue monarca mexicano de peso supergallo y pluma; ahora peleará con el verdugo del “Terrible” Morales en la división de las 130 libras... ¿factor a favor del filipino?

Aparte de las armas de cada uno, lo más sobresaliente es la atención que le prestaron en su momento a las peleas.

“El Emperador” Marco Antonio fue sometido a un bombardeo mediático previo a su encuentro con Pacquiao, cuando se reveló que el doctor Ignacio Madrazo lo había sometido a una operación de cráneo. El ánimo del mexicano se fue sin remedio a los suelos.

Mientras tanto, el “Pacman” ha alcanzado fama impensable en los años recientes, después de sus victorias sobre Barrera y el mismo Erik Morales. Esa gloria que lo envuelve ahora se le puede revertir, luego de que sus aspiraciones políticas -dicen los allegados- no le han permitido centrar su atención en el invicto “Coloradito” Solís.

Por las coincidencias que envuelven al Alamodome, pues, no se descarte el nacimiento de un “Demonio Tapatío”.