
Una pelea entre Conor Benn y Ryan García ya se estaría cocinando, según Eddie Hearn
Para ambos, el encuentro representaría un paso decisivo hacia nuevos mercados y una mayor exposición global del deporte, como lo es Arabia Saudita
El promotor Eddie Hearn afirma que hay un 50% de posibilidades de que Anthony Joshua enfrente a Jake Paul a inicios de 2026, pese a críticas de su entrenador y dudas sobre la sanción en el Reino Unido.
REPORTE13 de agosto de 2025
Ludo Sáenz Lorenzo-Luaces


En las últimas horas ha tomado fuerza el rumor que, de concretarse, podría convertirse en uno de los combates más mediáticos y polémicos de los últimos tiempos: Anthony Joshua frente a Jake Paul. Lo que comenzó como una especulación de redes sociales ahora parece tener bases reales, con el propio promotor de Joshua, Eddie Hearn, admitiendo que hay “muy buenas posibilidades” de que el enfrentamiento se realice a inicios de 2026.
Anthony Joshua, doble campeón mundial de peso pesado, medallista olímpico y una de las figuras más reconocidas del boxeo británico, es un referente del deporte por su técnica, potencia y trayectoria. Por el otro lado, Jake Paul, youtuber convertido en boxeador profesional, ha construido una carrera híbrida que mezcla entretenimiento, marketing y un registro profesional que, aunque polémico, ha incluido victorias sobre expeleadores de MMA y boxeadores en activo.
El contraste es evidente: un veterano de la élite mundial contra una figura mediática que ha utilizado su fama para abrirse paso en el cuadrilátero. Esta disparidad ha sido, precisamente, lo que ha disparado tanto el interés como las críticas.
Eddie Hearn, promotor de Matchroom Boxing, ha declarado que las conversaciones con el equipo de Paul están en una fase avanzada y que la pelea podría concretarse “muy pronto”. Incluso ha hablado de un 50% de probabilidad real de que el combate se cierre, lo cual supone un cambio notable frente a su escepticismo inicial.
“Es un combate que mezcla riesgo y espectáculo. Deportivamente, Joshua está en otra liga, pero el impacto mediático y económico sería enorme”, señaló Hearn en declaraciones a medios especializados.
No todos en el equipo de Joshua ven con buenos ojos la idea. Su entrenador, Ben Davison, ha sido uno de los más críticos, asegurando que el enfrentamiento podría ser peligroso y cuestionando la lógica deportiva y ética de organizarlo. “No entiendo cómo se podría sancionar algo así. Joshua es un peso pesado de clase mundial; Paul no tiene experiencia real contra rivales de ese nivel”, expresó.
Estas palabras reflejan una preocupación más amplia: la de que el boxeo profesional, en su búsqueda de audiencias millonarias, diluya su esencia competitiva en favor del espectáculo.
Otro obstáculo importante es la licencia. Para que el combate se celebre en suelo británico, la British Boxing Board of Control tendría que aprobarlo, algo que no está garantizado. Las dudas sobre la equidad deportiva y el riesgo para la salud de Paul podrían inclinar la balanza en contra. Por ello, varios analistas consideran que Estados Unidos sería el escenario más probable, donde las comisiones deportivas estatales suelen ser más flexibles con este tipo de eventos.
En paralelo, Joshua sigue sin cerrar un combate con Tyson Fury, su gran rival británico. La inactividad y falta de definición de Fury en sus próximos pasos ha dejado un vacío que podría llenarse con este duelo ante Jake Paul. De concretarse, sería una especie de “pelea puente” antes de un reto más grande, aunque con la ventaja de garantizar una bolsa multimillonaria y una repercusión mediática global.
La comunidad boxística se encuentra polarizada. Algunos ven el combate como una afrenta al deporte, un cruce desigual que pone en riesgo la integridad de uno de los contendientes. Otros, en cambio, lo ven como un evento inevitable en la era de la viralidad y las audiencias digitales, donde la popularidad en redes sociales pesa casi tanto como los récords deportivos.
En foros y redes, los fans debaten: ¿es esto boxeo real o puro entretenimiento? La respuesta, como muchas cosas en la industria, dependerá de la perspectiva desde la que se mire.

Para ambos, el encuentro representaría un paso decisivo hacia nuevos mercados y una mayor exposición global del deporte, como lo es Arabia Saudita

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