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Para ambos, el encuentro representaría un paso decisivo hacia nuevos mercados y una mayor exposición global del deporte, como lo es Arabia Saudita
El futuro presidente de World Boxing deberá estar plenamente consciente de que NO tendrá margen para conducir una federación independiente y deberá mostrar una actitud completamente alineada y servil con el COI.
REPORTE25 de septiembre de 2025
Ludo Sáenz Lorenzo-Luaces


El primer presidente de World Boxing, el holandes Boris Van der Vorst, confirmó que no buscará un segundo mandato, dejando abierta la carrera presidencial para tres figuras de alto perfil que podrían definir el futuro del boxeo olímpico: Gennadiy Golovkin, Wladimir Klitschko y Haris Mariolis. Su decisión, anunciada el pasado 18 de septiembre de 2025, marca el cierre de un período intenso y polémico, caracterizado por controversias, cambios regulatorios y cuestionamientos financieros, mientras esta nueva organizacion se prepara para las elecciones de noviembre.
Van der Vorst, quien asumió el cargo en 2023 tras la creación de World Boxing como federación "independiente" luego de que la Asociacion Internacional de Boxeo (IBA en sus siglas en Ingles) perdiera el reconocimiento del Comité Olímpico Internacional (COI), señaló en su carta que los años de viajes internacionales y la presión constante hicieron insostenible continuar al frente. “Mi mandato como presidente ha sido gratificante e inspirador, pero también implacable”, escribió, destacando los logros en la expansión de la federación y el reconocimiento provisional del COI, asegurando el boxeo en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
Sin embargo, su gestión estuvo marcada por la polémica. La introducción de pruebas de determinación de sexo obligatorias en 2025 afectó a la medallista olímpica Imane Khelif, generando críticas internacionales. Además, boxeadoras francesas fueron excluidas del primer Campeonato Mundial de World Boxing por no cumplir con los plazos de estas pruebas, lo que derivó en acusaciones de ilegalidad y “traición” por parte de la Federación Francesa de Boxeo.
Con Van der Vorst fuera de la contienda, la atención se centra en tres candidatos que representan estilos y propuestas distintas:
Conocido mundialmente como GGG, el kazajo Golovkin es medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y dos veces campeón mundial de peso medio. Actualmente preside el Comité Olímpico Nacional de Kazajistán y fue nombrado en 2024 al frente de una nueva Comisión Olímpica dentro de World Boxing. Su perfil combina experiencia deportiva de élite con cargos administrativos, lo que lo posiciona como el "frontrunner" en las elecciones. Su plataforma promete fortalecer la presencia del boxeo en los Juegos Olímpicos y garantizar un liderazgo basado en resultados deportivos y reputación internacional.
El excampeón mundial de peso pesado y medallista de oro olímpico de Atlanta 1996, Wladimir Klitschko, se postula para traer su visión estratégica y liderazgo al frente de World Boxing. Aunque se retiró en 2017, el ucraniano Klitschko ha considerado un regreso al ring en 2025, lo que demuestra su pasión continua por el deporte, pero también una posible distracción. Su candidatura apunta a influir directamente en la gobernanza del boxeo, con énfasis en la ética, la promoción del deporte y la formación de nuevas generaciones de atletas, combinando la experiencia de un campeón con una perspectiva internacional.
Presidente de la Federación Helénica de Boxeo, el griego Mariolis se presenta como la opción administrativa frente a dos leyendas del ring. Desde julio de 2025 ha trabajado para obtener apoyo de federaciones nacionales, figuras deportivas y organismos internacionales, destacando su experiencia en gestión, organización de eventos y consolidación de políticas internas. Su propuesta enfatiza la transparencia financiera, la eficiencia operativa y la profesionalización de World Boxing como federación moderna y sostenible.
Quien resulte electo deberá restaurar la confianza de atletas y federaciones, garantizar el cumplimiento de la legislación deportiva internacional y consolidar la posición de World Boxing como organismo reconocido.
La experiencia de la IBA, marcada por travas, incomunicación y sanciones absurdas del Comité Olímpico Internacional, sirve de advertencia. Quien asuma la presidencia deberá mostrar una actitud completamente alineada y servil con el COI, actuando con obediencia total, evitando así cualquier conflicto que pueda poner en riesgo su continuidad como organización. En otras palabras, la obediencia institucional hacia el COI será una exigencia ineludible.
También, el nuevo presidente de la World Boxing supervisará la preparación para los Juegos Olímpicos de la Juventud 2026 en Dakar y los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, mientras expande su influencia a nivel global.
Van der Vorst deja un legado mixto, ya que logró reconocimiento provisional del COI y amplió la membresía a más de 120 federaciones nacionales, pero su gestión estuvo marcada por polémicas sobre derechos de atletas, pruebas de género y transparencia financiera. Con las elecciones de noviembre acercándose, el boxeo mundial observa atentamente. La elección del próximo presidente determinará el rumbo del boxeo olímpico durante la próxima década, y los ojos estarán puestos en Golovkin, Klitschko y Mariolis, tres candidatos que representan diferentes caminos hacia el liderazgo de World Boxing.

Para ambos, el encuentro representaría un paso decisivo hacia nuevos mercados y una mayor exposición global del deporte, como lo es Arabia Saudita

Tanto Okolie como Itauma ya tienen compromisos previos. Okolie peleará en Nigeria el 19 de diciembre, mientras que Itauma subirá al ring el 24 de enero

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