¡Miranda: Voy a ser campeón del mundo!

La tristeza por haber perdido ante Arthur Abraham, en disputa del título mediano de la Federación Internacional de Boxeo, se esfumó del rostro de Edison Miranda una vez pisó suelo barranquillero y se encontró con sus amigos de siempre.

Algunos de ellos fueron a recibirlo al aeropuerto ‘Ernesto Cortissoz’, a donde arribó ayer por la tarde procedente de San Juan de Puerto Rico. Otros, que llegaron tarde a la cita, fueron a saludarlo al Hotel Royal, donde se hospeda.

Allí no paró de reírse y de bromear con los también boxeadores Fulgencio Zúñiga, Epifanio Mendoza y Líkar Ramos, tres de sus ‘llaves’ que fueron a saludarlo. No le importó el cansancio del viaje, lo que quería era estar con ellos y después caminar por los alrededores del coliseo cubierto ‘Humberto Perea’ para saborear una arepa de huevo.

Pero la amigable reunión fue interrumpida momentáneamente ante el requerimiento de la prensa. “Muchachos, discúlpenme, pero ahora voy a hablar con mis amigos de EL HERALDO”, dijo.

Miranda declaró que ahora está más convencido de que será campeón del mundo, sólo que eso se aplazó por unos meses más. “No hay ninguna duda que me voy a coronar campeón del mundo, creo que no más de seis meses me tocará esperar para eso y cumplir la promesa de visitar con el cinturón al Rocky Valdés en Cartagena”.

‘La Pantera’ contó que le ofrecieron una pelea con el dominicano Giovanni Lorenzo para el 16 de diciembre, pero que no la quiso tomar porque no genera mucho dinero.

“Mis manejadores ya están hablando con la gente de Jermain Taylor, quien es campeón de las 160 libras del CMB y OMB, donde soy el retador número 1. Creo que esa pelea se va a dar antes de junio del año que viene”.

No obstante, aseguró que el 16 de diciembre retornará al ring ante un rival por definir. En los próximos días espera la confirmación de sus manejadores para viajar a Puerto Rico a iniciar su preparación.

Edison Miranda entregó su versión de lo que sucedió el sábado ante Arthur Abraham.

“Desde que sonó la campana fue una guerra, pero yo entré dominando, metiendo los mejores golpes y luciendo mejor. En el cuarto round le conecté una buena derecha y le fracturé la quijada y en el quinto estábamos forcejeando y le di un cabezazo en la parte trasera del oído, pero ya él estaba lastimado. No fue un cabezazo fuerte, sino que le dolía la mandíbula y dio la espalda y el árbitro no paró la pelea sino que lo mandó a su esquina, no a una esquina neutral. Luego, el médico subió y dijo que él no podía seguir peleando. El árbitro no quiso pararla, le preguntó que si quería seguir peleando y él decía que no. Sencillamente no la paró porque estaba vendido, todos los árbitros estaban vendidos. Eso estaba preparado para que él se quedara con la corona y lo que hubo allá fue una encerrona”.

Sin embargo, Miranda lamentó que en lugar de beneficiar a Abraham, lo que le causaron fue un perjuicio. “Ese tipo (Abraham) no podrá volver a pelear porque está desfigurado y no puede ni comer ni hablar”. Por eso se sorprendió al ver la entrevista que éste concedió a Fightnews y que reprodujo ayer EL HERALDO. “Fueron sus manejadores los que hablaron por él”.

Advirtió que pese a la fractura de mandíbula de Abraham, no pudo rematarlo y acabar la pelea por nocaut porque el armenio se defendió muy bien. “Abraham es un tremendo boxeador”, reconoció.

Insistió en que al árbitro (Randy Neumann) no le interesaba descalificarme, sino asegurar que Abraham ganara si la pelea se iba a decisión. “En la historia del boxeo nunca a un boxeador le han bajado cinco puntos, le quitan tres y lo descalifican. Los puntos me los quitaban por gusto, porque yo no le hacía nada a Abraham, todo lo contrario, le conectaba buenos golpes. Pero no hay que llorar por lo que pasó, yo hice todo lo que tenía que hacer y cumplí, lo único fue que no me entregaron la faja”.

Foto por Dalia Duran (Miranda con Roberto Duran)