Deontay Wilder es uno de los boxeadores que puede darse el lujo de tener una estatua como homenaje a su vida dentro de este deporte. Evento que lo hizo desistir de su idea de retirarse del cuadrilátero a sus 36 años de edad.

Tras su derrota por nocaut técnico ante Tyson Fury en octubre pasado, situación que lo llevó a considerar terminar con su carrera profesional. Sin embargo, todo parece indicar que, en mayo pasado, cuando vio su estatua erigirse, lo llevó a cambiar de idea.

Ahora, este próximo 15 de octubre está programado para enfrentarse a Robert Helenius en el Barclays Center en Brooklyn, Nueva York, adicionalmente reveló que le gustaría medirse a todos los pesos pesados de la división.

Lo que realmente me hizo volver a este punto fue como, el mundo realmente me necesita. Realmente motivo a la gente. Aunque ya sabía [eso], más aún... cuando obtuve mi estatua, y eso puso todos mis logros en piedra, estás mirando a una leyenda viviente y andante. No importa qué, mis partidarios o mis enemigos, cuando todas las conversaciones mueren, esa estatua permanece en pie. ¿Me sientes? Esa estatua permanecerá allí para siempre hasta que Dios venga y se la lleve o suceda algún tipo de desastre... ver a tanta gente venir, y mujeres y ver a los hombres derrumbarse y mostrar su lado vulnerable, me encanta”, señaló Wilder en el podcast The Last Stand con Brian Custer.

Asimismo reconoció que se dio cuenta que era el momento de retirarse, fue cuando le faltó motivación para ir al gimnasio, previo al encuentro con Fury, tras ello, sentía que su decisión era la más acertada para entonces.

“Muchas veces me senté y pensé si volvería al ring o no. Antes solía pensar '¿cuándo vas a terminar? ¿Es esto?’ Y a veces te sientas pasan semanas, y luego sientes la necesidad de volver al gimnasio, quieres volver y hacer algo, quieres estar rodeado de sudor, el olor del gimnasio. Todo eso, toda la atmósfera de eso. Pero esta vez fue diferente, realmente no sabía si iba a volver. Cuando eres un hombre negro exitoso como yo y lo que tengo no solo dentro sino también fuera del ring, es difícil realmente: ¿regresas? Especialmente cuando ya no necesitas el negocio”, remarcó Wilder.

Agregó que no todos los que incursionan en el mundo del boxeo, vienen de las mejores familias y que, por el contrario, se puede encontrar boxeadores que vienen de cualquier parte, y aun así, tienen como propósito salir adelante junto a sus familias.

“¿Vuelves? Porque la mayoría de los luchadores en este negocio solo están en él para salir de la pobreza. Queremos ser capaces de salir de una mala situación y apoyar a nuestras familias, ante todo. Cuando has logrado tanto y has hecho eso y eres heterosexual, es como ¿por qué volver atrás? No ves a nadie con una cuchara de plata... entrar en el boxeo. Es por eso que [el deporte] se compone de tipos que han estado encerrados, [o vienen de] áreas rurales, traficantes de drogas, asesinos, todo lo que tengas en prisión lo vas a encontrar en el negocio”, concluyó.