El sensacional campeón peso pesado del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), el inglés Tyson “El Rey de los Gitanos” Fury, noqueó espectacularmente al retador obligatorio Dillian "The Body Snatcher" Whyte, en el combate estelar de una cartelera que fue organizada este sábado, en un abarrotado Estadio Wembley, que albergó a 94 mil aficionados, en Londres, Inglaterra.

Fury conectó un potente upper cut de derecha que se estrelló en el mentón y rostro de Whyte, quien se vino a la lona desplomado, pero antes recibió un empujó a dos manos de Fury.

Al levantarse, Whyte ​​no pudo mantener el equilibrio, lo que provocó que el árbitro Mark Lyson detuviera la competencia a las 2:59 del sexto round.

La secuencia pone fin a la larga espera de más de un año de Whyte como su oportunidad obligatoria por el título. Regresó a la posición número uno después de un nocaut en el cuarto asalto impulsado por la venganza de Alexander Povetkin el 27 de marzo pasado en Gibraltar, ocho meses después de sufrir un nocaut en el quinto asalto ante el ruso en agosto de 2020.

“Le prometí a mi encantadora esposa, Paris, que después de la pelea de Wilder, eso sería todo. Sentí que le debía a cada persona aquí en Wembley seguir adelante con esta pelea. Siento que tengo que ser un hombre de palabra y decir que esto es todo”, dijo Fury al finalizar el combate.

“Este es el final del camino para el Rey Gitano”, reiteró.

Sin embargo, al final del combate, apareció en el ring el campeón pesado de la UFC, Francis Ngannou, para promover una posible pelea, con reglas modificadas, para ambos exponentes de deportes de combate diferentes.

Whyte, el rival de Fury, ganó este sábado 7 millones de dólares, y obviamente Ngannou quiere esa pelea.

El “Gipsy King” se sobrepuso a un inicio lento para establecer condiciones arriba del ring, manteniendo su distancia y castigando poco a poco el rostro de Whyte, quien no renunció al ataque y amenazaba con bombazos de derecha en busca del rostro del campeón, pero no alcanzaron su destino.

Con la pelea inclinada a su favor, Fury trabajó con más confianza y conectó el potente upper cut de derecha al mentón que definió el combate.

Con esta contundente victoria, Fury elevó su record a 32-0-1, con 23 nocauts, mientras que Whyte cayó a 28-3, 19 nocauts.