Sanders: Me sorprendió lo de Heiland

El porteño


Sergio “Súper” Sanders aún continúa impresionado la actitud que tuvo su último rival, el rionegrino
Sebastián “El Gauchito de Pigüé” Heiland, el pasado sábado en el combate estelar de la

velada desarrollada en el Centro de Educación Física Nº 83 de Pigüé, provincia de Buenos Aires, Argentina.

Tras un cerrado enfrentamiento que arrancó con ventajas para el ídolo local (18-2, 9 KOs) producto de su despliegue, pero que fue revertido en la segunda mitad por “Súper” (17-6-2, 11 KOs) gracias a su

trabajo más prolijo, mayor precisión y contundentes impactos, -con descuento de un punto incluido para el rionegrino por dejar caer su protector bucal en reiteradas ocasiones-, los tres jueces decidieron premiar al dueño de casa con tarjetas de: Juan Bressán 97-95½, Néstor Sabino 97-95½, y Osvaldo Sequeiros 97-95.

Pero luego de conocer el fallo, en una actitud tan caballeresca como inusual, Heiland levantó el brazo de Sanders, apuntándolo con su dedo índice frente a todo su propio público, en clara alusión a que había sido su vencedor. Y tras ello, declaró que el ganador había sido el porteño, en un hecho remarcable, pero que dejó atónitos a todos los presentes, incluido el visitante.

“Me sorprendió la reacción de

Heiland. Es de destacar. No le interesó el fallo. No quedó conforme con él. Me lo dijo en el ring: ‘El ganador acá sos vos”,

afirmó

Sanders

durante una comunicación telefónica mantenida en la noche del domingo en el programa radial


"Ring Side en el Aire”, que conduce
Carlos Irusta, por Radio

La Red, de Buenos Aires, Argentina.

El hecho de ser visitante, peleando nada menos que en la colmada “casa” de su adversario, no despertaban las mayores expectativas previo a la lectura de las tarjetas en el porteño. Era consciente que muy difícilmente le darían por ganado el combate. “Es como una lotería -sostuvo-. Me decía: ‘Puede ser que me la den perdida por un punto. Puede ser que me den empate. Pero si son bien neutros, me la podrían dar a mí’. Pero al estar en su casa, podían dar un empate”.

Pero por más que podía llegar a desear una victoria, en estas condiciones, un empate no lo hubiese dejado disconforme: “Peleando en su pueblo, con el público en contra -que puede influenciar a los jueces-, y con cómo le están manejando la carrera, si daban empate, yo no me quejaba”, aseveró.

Y ante la actitud de su rival tras el fallo, fue más que claro: “Por un lado, me sorprendió. Y por otro, sentí un alivio, una satisfacción. Mi rival me estaba dando la victoria. Es un fuera de serie”.

“Después nos encontramos en el buffet del hotel -continuó-. Yo le dije: ‘No hubieras hecho eso. No hacía falta, el fallo ya estaba dado. Pero él me contestó: ‘No, no. A mí esas cosas no me gustan. Yo sé lo que hizo cada uno sobre el ring. Y ahí el vencedor fuiste vos’. Todo eso me dijo”.

Más allá de ello, Sanders tiene su propia impresión acerca del resultado. “Puede que la haya ganado -explicó-. Pero creo que lo justo también podría haber sido un empate”. De todas formas, “Súper” no descarta que la duda se resuelva sobre el ring, por medio de una r

evancha. “Se tendría que ver. Yo estoy para pelear con quien sea. No elijo el rival. Con quien tenga que ser, ahí estaré”, sentenció.

Quien estuvo de acuerdo con las consideraciones de Sanders, fue nada menos que el entrenador de Heiland,
Gabino Giménez,

quien tampoco se fue conforme con la decisión de los jurados.

“El ‘Gauchito’ tiene esas cosas que le brotan de adentro. Sintió que le habían regalado la pelea, y lo expresó. Dijo lo que sentía -comenzó Giménez-. Yo vi un combate parejo. Los dos últimos rounds los ganó Sanders. Le dije en el rincón a Sebastián que era para un empate. Pero si había un puntito para alguno, era para Sanders. Aunque un empate estaba bien”.

Luego de felicitar a Sanders por su desempeño, el entrenador se refirió a lo hecho por el rionegrino sobre el ring. Su guardia por momentos excesivamente baja, y un ritmo inferior al que suele propinar, fueron motivo de cuestionamiento. Con suma autocrítica, manifestó: “Quisimos probar algo nuevo. Algo que no es nuestro. Y no resultó. Le dije que tenemos que volver a lo de antes. A ser el ‘Gaucho guerrero’ que tenía yo. Hay que pulir muchas cosas. Vamos a tratar de superarnos. Es muy joven y tiene aún mucho que aprender. Esperemos que la próxima vez lo vean mejor”.

Y sobre la estrategia, Gabino explicó: “Nosotros pensábamos que si peleaba desde afuera, incitando al rival a venir, con rapidez de piernas como tiene Sebastián, podíamos salir de la línea de fuego. Pero no fue así. Nos equivocamos. Hay cosas que se planearon y no salieron. Pero como técnico, el culpable soy yo. Quisimos inventar algo que no era para nosotros”.

Al igual que el porteño, Giménez también ve con buenos ojos un desquite. “Sería una gran pelea. Sanders demostró ser un gran boxeador, muy duro, fuerte y que aguanta todo. Sería una muy linda pelea. Esa idea me fascina. Pero eso lo tiene que ver nuestro promotor y la gente de Sanders”.

Las continuas caídas del protector bucal -cinco en total-, ocasionaron que Heiland sufriera el descuento de un punto en el octavo episodio. Y su entrenador, también fue crítico de ello. “Abría demasiado la boca -consideró-. Anoche se dieron muchas cosas en el ring que no debieron haber pasado”.

Para finalizar, disconforme con la decisión de los jurados, Gabino dejó su contundente sensación. “No me gusta que me regalen nada. Lo que gano, lo quiero ganar bien. Hay cosas que no salieron, que tal vez se planificaron mal. A todos en la calle les decía que no habíamos ganado. Me hubiese gustado dejarle a Pigüé un triunfo, pero bien puesto”, culminó.