Carson Jones fallece a los 38 años por complicaciones en una cirugía de garganta

El púgil estadounidense Carson Jones, el ex contendiente de peso welter, murió a los 38 años debido a complicaciones posteriores a una cirugía de garganta.

Jones, de Oklahoma City, peleó por última vez en 2023 cuando noqueó a James Warren en dos asaltos para llevar su récord a 44-16-3, 32 nocauts.

Su apogeo llegó más de una década antes, cuando las victorias sobre Said Ouali y Ricardo Williams llevaron a un enfrentamiento de alto perfil, en Sheffield, Inglaterra, con el futuro campeón mundial Kell Brook en 2012.

El muy respetado Brook, cerca de una oportunidad por el título de peso welter de la FIB, comenzó la pelea como favorito, pero terminó el gran duelo de 12 asaltos ensangrentado, magullado y afortunado de haber sido declarado ganador por decisión mayoritaria.

“Este hombre era un verdadero guerrero y fue un placer compartir el ring de boxeo con él", publicó Brook en las redes sociales después de enterarse del fallecimiento de Jones. “Mi corazón está con la familia Jones. Descanse en paz, mi hermoso hermano”.

Jones perdería ante un Brook mejorado cuando fue detenido en nueve asaltos el año siguiente, solo para regresar al Reino Unido en 2015, nuevamente en el papel de perdedor, para detener a Brian Rose en el primer asalto de su enfrentamiento de peso mediano junior.

Jones, que ya había asumido su papel de guardián de la puerta, perdería por puntos ante Rose en la revancha, se quedaría corto ante el regreso de Antonio Margarito en 2017 y perdería ante Ted Cheeseman y Steven Butler el año siguiente.

Un regreso que comenzó en 2022, y se produjo después de que ganara su larga batalla contra la dependencia del alcohol, lo vio ganar tres de cuatro, la única derrota fue ante el prometedor Callum Walsh.

Jones, afable y honesto, luchó con su salud en los últimos meses y descubrió en enero que sufría de acalasia, un trastorno poco común de la deglución. En una publicación en las redes sociales del 19 de febrero, expresó su alivio por estar a punto de someterse a una cirugía.