El campeón mundial superpluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), el estadounidense Shakur Stevenson, defendió su corona y conquistó el cinturón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), al derrotar por decisión unánime al ahora excampeón mundial mexicano Óscar Valdez.

Tras el triunfo, el pasado sábado en la Arena MGM Grand Garden de Las Vegas, Nevada, Stevenson, quien era amplío favorito en la pelea, tiene en mente encontrarse arriba del cuadrilátero con el ucraniano Vasily Lomachenko.

“Una gran pelea, no conozco a ninguno de los muchachos en 135 que esté dispuesto a saltar y probar el agua, pero tal vez una pelea de Lomachenko. Estoy listo para una pelea de Lomachenko, no eludo ninguna acción al final del día. No me importa quién sea, mantendré la misma energía”, comentó Stevenson.

Cabe resaltar, que el ucraniano tenía pautada una pelea con George Kambosos, campeón unificado de peso ligero, la cual no se pudo llevar a cabo, puesto que Rusia invadió Ucrania, y el boxeador se devolvió a su país para hacer frente en su país con la resistencia.

Esta situación, llevó a que Lomachenko se quedara sin rival en un futuro próximo. Sin embargo, Stevenson y su posible futuro rival, están bajo la promoción de Top Rank, lo que facilitaría que este encuentro se lleve a cabo.

Más allá de su anhelo con el ucraniano, Stevenson ve factible una quedar como campeón indiscutible de su categoría, con los dos títulos restantes, enfrentando a Kenichi Ogawa y Roger Gutiérrez.

No obstante, Bob Arum, CEO de Top Rank y promotor de Stevenson, no está de acuerdo con estas peleas, alegando que no le agregarían algún valor profesional a su pupilo.

“Tengo que sentarme con mi equipo, solo peleé hace un par de días. Podría pelear con cualquiera. Estoy dividido entre una pelea realmente grande y todos los cinturones”, reconoció el boxeador norteamericano.