Gervonta “Tank” Davis arrancó el 2023 por todo lo algo, empezando con una detención a Héctor García en enero pasado, y su última pelea también fue positiva, propinándole un nocaut a Ryan García en el séptimo round.

Para lo que queda de año, el equipo de Davis no para, y está intentando encontrar otra pelea a la altura del boxeador, y para ello hay diferentes nombres en la lista, entre ellos Devin Haney y Shakur Stevenson, pero Tank no muestra preferencia por alguno.

Sin embargo, Kenny Ellis, entrenador asistente, tomó la decisión de Davis, teniendo en cuenta que Haney viene de una victoria por decisión unánime ante Vasiliy Lomachenko, por otro lado, Stevenson, hizo lo mismo ante Shuichiro Yoshino en su debut en el peso ligero.

Aunque no eligió a la manera tradicional, lanzó una moneda al aire y antes de voltearla aclaró que no importaría el lado del que cayera, ese debía ser el boxeador al que Davis tendría que enfrentarse.

“Shakur, llama a tu equipo y diles que quieres a Tank. Quien no esté dispuesto a hacerlo realidad, que se deshaga del culo. Tú eres el jefe, el boxeador es el jefe. Si Bob Arum no quiere, dile que te deje salir de contrato”, enfatizó el entrenador.

Ellis tiene razón en cuanto a las obligaciones promocionales de Stevenson, las cuales podrían dificultar el choque, debido a que está bajo la promoción de Top Rank, el entrenador teme que no pueda enfrentarse a Davis a fines de este año.

Sin embargo, en el gran esquema de las cosas, Ellis cree que la afiliación promocional de Stevenson significa poco o nada. En términos de destino, una moneda en particular ha actuado como juez y jurado. Ahora, con un objetivo pintado descaradamente en su espalda, la pelota está firmemente en la cancha de Stevenson.

“No necesitamos más calentamientos, queremos a Shakur a continuación. ¿Eres un campeón verdad? Ven a buscar ese trabajo.