Simon Kean, de 35 años, ha decidido seguir un camino diferente. Después de una carrera amateur de 70 peleas, marcada por la participación en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, 25 peleas profesionales, de las cuales 23 victorias y 22 antes del límite, el peleador apodado “Grizzly” decidió colgar los guantes.

El canadiense recurrió al boxeo para implementar estructura y disciplina en una vida previamente turbulenta. Fue el comienzo de una gran aventura que lo llevó a viajar por los cuatro rincones del globo.

Una salida ante todo, pero también y sobre todo una forma concreta de desarrollar todo su potencial atlético. 2007 marcó su primer gran éxito, ganando el título del campeonato juvenil. Posteriormente, en 2009, subió al tercer escalón del podio en los campeonatos nacionales senior, donde se coronó campeón en 2011 y 2014.

Su recorrido en el escenario nacional, como miembro del equipo canadiense, estaría marcado por su participación en las eliminatorias olímpicas, así como por la obtención de su boleto para los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Una vez allí, derrotó al francés Tony Yoka antes de sucumbir ante el gigante kazajo Ivan Dychko, poniendo así fin a su andadura olímpica.

Fue en 2015 cuando el peso pesado canadiense dio el salto a las filas profesionales. Firmó 15 victorias consecutivas por nocaut. El quebequense sufrió la primera derrota de su carrera contra el gran bateador Dillon Carman, que causó la sorpresa. En la revancha entre ambos peleadores, fue Carman quien se sorprendió y visitó la lona en el 3er asalto.

Con cada una de sus actuaciones, fue ascendiendo en el ranking y ofreció peleas por ciertos títulos, incluidos el IBO Intercontinental, el peso pesado de la NABF, así como los cinturones francófono, plateado e internacional del CMB.

En la última pelea de Kean, en octubre del año pasado, fue noqueado en tres asaltos por el ex campeón mundial Joseph Parker.