Confirman que Edwin Valero se suicidó

REPORTE30 de agosto de 2010 Juan Brignone









El
Edwin Valero del 18 de abril de 2010 era totalmente distinto a aquel campeón que recibimos en Maiquetía el 14 febrero tras su triunfo ante Antonio de Marco. Aquel esperpento en la comandancia de Poli Carabobo no era más que un don nadie intoxicado por la droga. 50 gramos de cocaína habían bastado para acelerarlo hasta acabar con la vida de su amada y adorada esposa, Además, él aun deseaba más polvo en sus narices. La violencia   que sólo le conocíamos en el ring, la llevaba en su rostro como nunca antes, y ya habían trascurrido casi 16 horas desde el asesinato de su conyugue. Tuvieron que pasar seis más para que el doble campeón mundial volviera en sí.





 




“Segundo ¿quién le dijo a mis hijos? ¿En qué peo estoy metido ‘Cabeza’? ¡Recupera los 90 mil dólares que le di a un policía. Con eso ayuda a los niños y haz lo que puedas por sacarme de aquí. Sólo confió en ti. No quiero a mi familia, a nadie de mi familia los quiero en esto”, fue lo que dijo Valero a las 10.30 PM de ese mismo día a su representante y amigo Segundo Lujano. Miedo o temor no había en el tono de voz del campeón ligero. Por la seguridad de su expresión parecía más bien que estaba dispuesto a desatar su furia contra aquel que haya “osado” informar a sus hijos sobre la tragedia ocurrida en aquella habitación del Hotel Intercontinental de Valencia.





 




Sin embargo, lo que ocurrió fue la despedida del campeón. No hubo más. Segundo Lujano apagó su celular porque la batería comenzó a traicionarle. El amigo del gladiador, por su parte, recargó sus energías con unas tostadas frente a un Hotel por horas que consiguió en la AV Bolívar de la capital carabobeña.





 




Un catre fue el compañero de Lujano, mientras buscaba ideas para recuperar el dinero de los hijos de Valero. A las tres de la mañana encendió el celular y había un mensaje de “La Gorda” una jovial mujer que durante el día había conocido en la morgue de Valencia y le había ayudado en las gestiones para trasladar el cuerpo de Carolina, la esposa de Valero, a Mérida.





 




“Señor Segundo, Valero se mató y su cuerpo viene camino, de la sede de la policía a la morgue, ¿Quiere que le ayudemos en este caso? Llámeme, urgente”





 




-“Coño ¡Valero se mató!” fue lo primero que aseveró Lujano. La expresión no fue de sorpresa, sino más bien de rabia e indignación. A los pocos minutos “La Gorda” estaba en un taxi frente al lúgubre hostal. Viaje a la morgue a identificar el cadáver, luego a la funeraria a ver a la madre de Carolina y su hermana, quienes se habían enterado del triste final del campeón ligero.





 




“Tenía en su boca una foto de los niños, se tragó su cédula de identidad y su licencia de peleador. Dicen que se mató con un pantalón azul cuando era la una y media de la mañana”, precisó Andreína, hermana menor de Carolina, y quien había llegado primero a la morgue a ver el cuerpo del peleador.





 





CICPC informó la noticia





 




A las seis de la mañana, del 19 de abril, la autopsia había confirmado el informe del CICPC de Carabobo. La familia Valero no había llegado a Valencia. Y desde Mérida algunas personas aseguraron que la casa del monarca ligero había sido invadida para sacar algunas de sus pertenencias de valor.





 




A las dos de la tarde arribó Antonio Valero, acompañado de su hija Yaurima, desde El Vigía pensaban que el púgil había sido asesinado. A las 48 horas enterraron al peleador en el Cementerio Cristo Rey de El Vigía, pero pidieron la exhumación del cuerpo, que se inició el 13 de mayo. Al cuerpo del noqueador de 27 peleas, todas ganadas por nocaut, le extrajeron su cerebro para analizarlo y otras partes. Su cadáver estaba en avanzado estado de descomposición porque al parecer no tuvo el tratamiento correcto, aunque el famoso tatuaje de su pecho aun podía verse. La urna estaba casi destruida y algunos periódicos intentaban vender a costillas de la tragedia.





 




Ahora, a 132 días de la tragedia, el caso pareciera estar cerca de su conclusión. El informe de esta tortuosa diligencia será entregado en quince días   por la oficina de Medicina Legal de El Vigía, bajo la supervisión del doctor Wenceslao Parra, también participan los expertos Boris Bosio y Sergio Penot, junto a los fiscales Gustavo Araque y Luis Palmares.





 




No se encontró discrepancia en cuanto a la autopsia elaborada en primera instancia, Valero se quitó la vida, según se desprende de la marca dejada en su cuello por el pantalón utilizado para realizar la acción. En el documento que será dado a conocer, dicha huella es denominada como   “surco equimótico” y fue descrita como “levemente mayor en el sector izquierdo del cuello del boxeador”. Los restos de Valero también presentaron un hematoma en la parte trasera de la cabeza, el cual según el informe se produjo al momento de convulsionar antes de perecer.





 




Hasta los momentos las ayudas prometidas por el CMB y la AMB a los hijos de Valero brillan por su ausencia. Las familias Valero y Vieira mantienen una fuerte querella legal por la custodia de los niños, Edwin de ocho años y Rossi de cinco. A esto se suma el hecho que hay carros que no aparecen. Se calcula que el pegador logró amasar en su carrera poco menos de un millón de dólares.

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