Terence Crawford insinúa “Gran Sorpresa” tras reunirse con Turki Alalshikh

En Arabia Saudita, el nuevo rey libra por libra, Terence “Bud” Crawford, continúa disfrutando de la histórica victoria que lo consagró campeón indiscutido de los supermedianos tras destronar a Saúl “Canelo” Álvarez. Ahora, en un esperado encuentro con Turki Alalshikh, asesor deportivo del Reino saudí y principal impulsor financiero del megaevento, el estadounidense dejó entrever que se aproxima una “gran sorpresa” para su futuro.

Crawford disfruta la cima, pero no define su futuro

Crawford, quien ya ha conquistado títulos mundiales en cinco divisiones distintas, reconoció que aún no ha tomado una decisión respecto a su siguiente paso.

“Para ser honesto, no sé qué voy a hacer. Todo está en el aire. Estoy disfrutando de mi familia y de poder decir: ‘Miren lo que logré’”, aseguró el campeón.

El boxeador de Omaha incluso dejó abierta la posibilidad de retirarse en lo más alto, aunque también deslizó que podría bajar a las 160 libras para buscar gloria en una sexta categoría.

El guiño de Alalshikh y el gesto simbólico

Durante la reunión, Crawford obsequió a Alalshikh los guantes que utilizó contra Canelo, gesto que el funcionario saudí recibió con entusiasmo.

“Este es el guante del campeón. Él me lo dio y es importante. Lo hacemos. El campeón tiene muchas sorpresas para su ciudad [Omaha] y para el futuro. Quiere descansar uno o dos meses, y luego les diremos la sorpresa”, declaró Alalshikh.

El anuncio alimenta la expectativa en torno a lo que vendrá para Crawford, en un momento en que varias figuras ya levantan la mano para enfrentarlo.

Crawford impactó derrotando al Canelo Álvarez en Las Vegas

¿Próxima parada en las 160 libras?

Entre las opciones más atractivas para Crawford aparece un duelo frente al kazajo Janibek Alimkhanuly, actual campeón unificado WBO e IBF en peso mediano, quien ya ofreció darle la bienvenida en esa división.

Incluso, se habla de que Alimkhanuly podría llegar a unificar también con el cubano Erislandy Lara en los próximos meses, lo que dejaría a Crawford con la posibilidad de ir directamente por todos los títulos.

Crónica de una noche inolvidable

El pasado 13 de septiembre en Riad, el mundo fue testigo de una de las exhibiciones más brillantes de los últimos tiempos. Crawford, quien ya había hecho historia en 140 y 147 libras, aceptó el reto monumental de subir hasta 168 libras para enfrentar a la mayor estrella del boxeo contemporáneo: Canelo Álvarez.

Contra todos los pronósticos, el estadounidense mostró un boxeo preciso, con reflejos intactos y una inteligencia táctica que desarmó al mexicano desde los primeros asaltos. Su jab constante, el cambio de guardia y los contragolpes quirúrgicos minaron la confianza de Canelo, que nunca logró imponer su ritmo.

La pelea se fue inclinando round tras round, con Crawford dictando los tiempos, cerrando los ángulos y conectando combinaciones limpias que enmudecieron a buena parte del público. Al sonar la campana final, la superioridad era tan evidente que los jueces no tuvieron dudas: decisión unánime para Crawford, que se convirtió en campeón indiscutido de los supermedianos.

Con esa victoria, “Bud” entró en un círculo reservado solo a los más grandes: campeonar en cinco divisiones distintas y doblegar a una figura consagrada como Álvarez en su propia categoría.

El legado ya está asegurado

Más allá de cuál sea su siguiente movimiento, la victoria sobre Canelo selló el legado de Terence Crawford como uno de los más grandes de la historia moderna del boxeo.

Con cinco coronas en diferentes divisiones, un triunfo demoledor sobre la máxima estrella mexicana y la atención del mundo deportivo, “Bud” tiene en sus manos el poder de retirarse como leyenda o seguir escribiendo capítulos históricos.

“Todavía no he tenido tiempo de sentarme con mi equipo. Sé lo que quiere mi familia, pero esto es un esfuerzo de todos”, confesó Crawford, dejando la incógnita abierta.