CANCÚN, 28 de abril.- Sobre advertencia no hay engaño, señala un viejo refrán.

Este sábado fue puesto de manifiesto que el espíritu principal de evitar las drogas en el deporte es disuadir a los atletas de alto rendimiento de su uso.

En innumerables ocasiones sobreviene la muerte repentina a cambio de una gloria efímera.

En la sesión sabatina, última del II Congreso Médico del Consejo Mundial de Boxeo, el cual fue calificado por don José Sulaimán como “el más grande en la historia de medicina de cualquier deporte”, el reputado doctor estadounidense Don H. Catlin advirtió sobre el uso de la eritropoyetina (EPO), considerado el más poderoso e influyente agente de doping, y el que más dinero ha generado.

El temor es que esa droga llegue al boxeo, ya que los pugilistas podrían verse tentados a experimentar con ellas al ver que a otros deportistas les aumentan fortaleza y aguante en las competencias.

Aún no se han hecho pruebas en Juegos Olímpicos, pero se da como hecho que en Beijing 2008 se hará, "porque los chinos desean implantar el más completo antidoping de todos los tiempos", no obstante el alto costo que implica la detección de fármacos como la EPO.

Catlin reportó que a causa de la EPO murieron 20 ciclistas de élite en Holanda y Bélgica. Asimismo se le relaciona con los decesos entre futbolistas italianos y ciclistas del Tour.

La razón de que ciertos deportistas recurran a la EPO es que estimula la producción de eritrocitos o glóbulos rojos que son los que llevan el oxígeno al músculo, lo que en palabras llenas les proporcionar mayor combustible.

Tal medicamento resulta maravilloso si existe anemia, ya sea por insuficiencia renal (tratamiento de diálisis) o por los fármacos usados para combatir el cáncer, porque cambia la calidad de vida e incrementa la fortaleza, y se cree que será aprobado para infartos.

Pero en las prácticas deportivas, al combinarse con la perdida de líquidos, el hematocrito puede llegar al 70 por ciento y produce aumento en la viscosidad de la sangre. Esto exige más esfuerzo al corazón para bombearla por todo el organismo y puede desembocar en trombos, además de fallos cardíacos, trombosis pulmonares o infartos de miocardio o cerebrales.

Catlin explicó que la eritropoyetina trae en forma rápida lo que significa un proceso natural de aumento de glóbulos rojos, pero lento, de los deportistas que entrenan en la altura, lo que da lugar a otros cambios que impiden el aumento excesivo de la viscosidad de la sangre. Esto se llama adaptación fisiológica al existir menos oxígeno en la altitud.

Es posible que la EPO sea incluido en la lista de drogas prohibidas por el CMB, adelantó el señor Sulaimán.

PROTECTOR BUCAL

El doctor Ray Padilla, de la Facultad Dental de la UCLA, disertó sobre el papel del protector bucal en el boxeo, para concluir en que es mucho mejor hacerlos de manera personal para cada púgil, ya que uno no adecuado puede terminar en distintos tipos de fractura. Lo ideal sería crear un material que permitirá absorber el máximo del impacto hacia el cerebro.

ELECTROLITOS, SÍ

Para ayudar a evitar la deshidratación del peleador, quedó confirmado que pueden tomar bebidas con electrolitos, como Gatorade, pero no las llamadas energizantes, porque estas contienen cafeína y otras sustancias que pueden dañar el hígado el el estómago.

La ingesta de líquidos, incluso en entrenamientos, pueden ayudar a evitar traumatismo cerebral.

El doctor italiano Mario Sturla habló sobre la deshidratación en lox boxeadores y enfatizó la necesidad del equilibrio de agua y sodio (sal, sin  que ésta sea excesiva porque puede interferir en el metabolismo celular) en el cuerpo, así como evitar la hipoglucemia o baja en azúcar para evitar la fatiga.

El doctor Ray Monsell presentó la exposición ¿Por qué el boxeo no debe ser prohibido?

El facultativo Eric Cantó charló sobre la definición y el criterio para cuando un  peleador regresa a la actividad.

William Lathan comentó sobre el criterio para detener un combate.