Memo Diez, uno de los grandes moscas

Alguien nos preguntó recientemente por Memo Diez, ¿qué clase de peleador fue?, ¿se puede comparar con otros hombres de su peso en México?. No fueron lejos por la respuesta, ¡desde luego que sí y además con los mejores de los 50.802 kilogramos!. El "Volcán de Balmis" lo apodaban por su estilo violento y espectacular. Memo sin duda ha sido uno de los mejores moscas de la historia en nuestro país, México. Fue campeón nacional y de Norteamérica, cuando ambos títulos tenían valor, y estuvo considerado primer aspirante a la corona mundial que en aquel momento ostentaba el argentino Pascual Pérez, al que nunca llegó a enfrentar, no obstante que viajó hasta Buenos Aires en busca de la oportunidad. Allá entrenó algunos días bajo la tutela de Pancho Rosales. Infortunadamente cuando ya había logrado aclimatarse, sufrió un desmayo que cambió las cosas.

Se dijo que padecía una lesión cerebral y su carrera había terminado. El grupo regresó a México y Diez se puso en manos del siempre bien recordado doctor don Gilberto Bolaños Cacho, con el resultado de que el púgil se hallaba en perfecto estado, y ello lo llevó a reanudar su carrera, aunque subió de peso y no se presentaron las condiciones necesarias para que de nuevo aspirara a un título mundial.

De cualquier manera él fue un estrella en toda su campaña. Derrotó a varios de los mejores hombres de las dos divisiones en que militó, tales como El "Pájaro" Moreno, el "Toluca" López, el trotamundos filipino Danny Kid, Young Martin, de España, el norteamericano Kenny Terán (a éste le arrebató la faja mosca de Norteamérica), y otros, además de haber empatado con Ernesto Parra y el cubano Óscar Suárez.

Una carrera de lo mejor en su tiempo. Ganó dinero y fama este aguerrido zurdo que se rifaba alegremente con quien fuera y así se colocó como uno de los grandes favoritos de los fanáticos locales de los años 50.

Vivía en la calle Balmis, colonia de los Doctores. En aquellos tiempos la vía mencionada era de tierra y fue precisamente Memo quien la mandó pavimentar, costeándolo todo.

Diez era espectacular no sólo entre las cuerdas, sino en otros aspectos. Recordamos que en su mejor momento llegaba a sus entrenamientos sobre un automóvil marca Cadillac, el más costoso de entonces. En pelea no sólo se manejaba como lo hemos comentado, sino que tenía ciertos arrebatos que provocaban la hilaridad de todos cuantos lo escuchaban, como en cierta ocasión sobre el ring de El Toreo, cuando su rival, Mario de León, se lanzó sobre él con todo. Memo lo sostuvo con un abrazo, al tiempo que le decía: "¿qué traes?, ¡ya ni noqueando ganas!".