¡Starnes da significado a luchador completo!

¿Has tenido un mal día? ¿Tu esposa e hijos te vuelven loco, tienes cuentas que pagar, te sientes un poco decaído, ese tipo de cosas? ¿Sientes que no puedes recuperarte física o mentalmente para ir al trabajo mañana? Está todo bien, llama para avisar que estás enfermo, recupérate e inténtalo otro día. 

¿Suena bien? Bueno, los luchadores profesionales no tienen ese lujo.

Muchos dicen que los atletas profesionales deben cerrar la boca y hacerlo porque les pagan para eso; pero no obstante, los luchadores también son seres humanos, y no son inmunes al estrés diario y las dolencias que nos afectan a todos.  La única diferencia es que, cuando nosotros tenemos un mal día, no sale publicado en Internet.

Busque a Kalib Starnes. 

Un talentoso artista de las artes marciales mixtas de 32 años proveniente de Surrey, British Columbia (Canadá). Starnes continuó una exitosa y temprana racha como profesional que tuvo en Canadá con su participación en la tercera temporada del reality show The Ultimate Fighter, el cual en Estados Unidos lo llevó desde la oscuridad hasta todos los hogares del país casi instantáneamente.  

Durante su periodo en el programa, Starnes mostró tanto su habilidad para luchar como para instigar, la cual se hizo evidente en sus riñas con el entrenador Ken Shamrock; pero una vez que eso terminó, lo que más recordarán los seguidores es la grave lesión en las costillas que lo hizo retirarse en la mitad del combate de la semifinal ante el eventualmente ganador Kendall Grove. Un hecho desafortunado, pero así fue.

Starnes se recuperó con una fácil victoria por rendición en el primer asalto ante Danny Abbadi en la final de TUF3 (The Ultimate Fighter 3); pero su salud fue golpeada nuevamente por la mala suerte, esta vez fue una infección en el maxilar inferior que hizo que se retirara de su próximo combate en el UFC ante Crafton Wallace. Así que cuando le ofrecieron una pelea con el destacado japonés Yushin Okami en el UFC 64 el pasado octubre, Starnes no sólo aceptó, sino que se mantuvo firme con el combate incluso cuando tenía  problemas en su vida fuera del Octágono.

“No quería retirarme de dos seguidas", admitió Starnes, quien se desgarró el músculo deltoides anterior en el entrenamiento antes del combate. “Ya había acordado participar, y no quería excusarme. Incluso si el hombro me hubiese sanado bien y yo hubiera estado saludable, por la forma en la que entrenaba no creo que hubiese estado a su altura ni estando recuperado. Pero alrededor de un mes antes de esa pelea, la mujer que me crió como si fuera mi mamá murió; y tuve que enfrentar muchas cosas, muchos problemas financieros, y a pesar de todo me dije 'me mantendré concentrado, me mantendré positivo, entraré allí y haré lo que debo hacer'. Realmente creo que si hubiera conseguido derribarlo y ponerlo de espaldas al piso, me hubiese ido mucho mejor, pero no pude derribarlo”.

Con todos los boxeadores profesionales que compiten en las artes marciales mixtas, piensen en un boxeador que entra al Octágono y que sólo puede lanzar golpes, mientras que su oponente puede golpear, patear, hacer derribos y sometimientos. En el mejor de los casos es una lucha dura, y en el peor, una derrota asegurada, y con esto se encontró Starnes cuando se enfrentó a  Okami, un luchador al que no puedes vencer si no tienes un arsenal completo a tu entera disposición.

“Lo principal fue que estuvimos al mismo nivel en la lucha - pero estuve intentando sacarlo de contra las cuerdas por diez minutos, y no pude derribarlo”, admite. “Y no me sentía cómodo de pie con él. No hice boxeo ni practiqué con el saco de boxeo. Creo que sólo me entrené una vez con el saco antes de ese encuentro.  Eso fue todo el boxeo o kickboxing que hice. Me desgarré el deltoides anterior y no podía pegarle a un saco ni hacer levantamiento de pesas, y no tenía un buen sparring. Y necesitas practicar sparring antes de un combate como ése para ser preciso y oportuno, y no me sentía cómodo de pie. Creo que en realidad por eso la pelea sucedió de esa forma”.

Luego de dos asaltos llenos de frustración para Starnes, Okami pisó el acelerador en el tercero, hirió al canadiense y lo sacó en la marca del 1:40.  Fue la segunda derrota de Starnes como profesional, tal vez la más dolorosa, pero también de la que más aprendió, porque dejando de lado las heridas, supo que necesitaba hacer un cambio.

Nos adelantamos un poco, y Starnes está de vuelta en el gimnasio y preparándose para otra pelea - será el sábado a la noche contra Chris Leben en la parte televisada del UFC 71. Lo que ha cambiado es el escenario y el equipo, ya que Starnes ahora se encuentra en Florida preparándose con el reconocido American Top Team para un combate crucial en su carrera.

“Creo que necesitaba tener el mejor nivel de sparring y también un buen entrenamiento de golpes”, declaró Starnes. “La diferencia es que aquí tengo mejores compañeros de sparring en mi peso y mejor entrenamiento. Howard Davis me está ayudando con el boxeo, también está Liborio, y un gran entrenador de Thai Boxing; así que es un cambio en ese sentido. En el otro gimnasio, soy casi como uno de los entrenadores, excepto en boxeo".

Y cuando eres uno de los más fuertes en el gimnasio, es difícil mejorar. Es por eso que muchos de los luchadores del mejor nivel van de grupo en grupo buscando contrincantes que les representen un desafío, o por eso invitan a otros de afuera a sus grupos de entrenamiento. Starnes ha rejuvenecido con el cambio de escenario de entrenamiento, y espera ver los resultados la noche del combate. Pero hasta entonces, para algunos 'seguidores' sigue siendo el que abandonó la pelea con Grove y el que fue 'expuesto' por Okami. Él toma bien esas críticas.

“La gente dirá lo que dirá”, dijo Starnes. “Cuando te pones en la escena pública, la gente te juzga de la forma que quiere hacerlo, y no puedes hacer nada al respecto. Miré (Floyd) Mayweather- (Oscar) De La Hoya el otro día, y la gente hablará basuras sobre Mayweather –‘corrió toda la pelea’, ‘sólo tiraba jabs y corría y se escondía y sumaba más puntos’. Pero no importa quién seas, si vienes de un mal desempeño, todo el mundo hablará basuras sobre ti. “No me importa. Si entro allí y noqueo a Leben en esta pelea, la gente dirá ‘Dios santo, noqueó a Leben.’ O recordará, Leben fue noqueado por (Anderson) Silva y dirá 'Leben no tiene un buen mentón', o 'Rich Franklin es un fraude', porque fue derrotado por Silva, sin importar que haya perdido sólo una vez antes de eso. Hablan basuras de todos, así que eso no me importa demasiado”.

La mayoría de los luchadores dicen eso, pero en el caso de Starnes, verdaderamente le crees porque lleva 32 años en esta Tierra, no ha sido uno de los que se deja llevar por la multitud o hace cosas de manera convencional. Si hay algo que hace, es marchar a un ritmo propio, y no confía mucho en los estereotipos que van de la mano del combate por premios. 

“En la vida, esto no es muy importante”, admite. “Es luchar, son dos tipos en un Octágono. Hay muchas cosas más importantes en el mundo que eso. Admiro a gente como Noam Chomsky, Howard Zinn y Bertrand Russell. Admiro a la gente que lucha contra el abuso de menores o algún tipo de problema serio en el medio ambiente. Para mí, eso es importante. Pero la actuación, la música, los deportes, no importa qué tan bien hagas dribbling con una pelota de básquet o cuántos jonrones hagas, no me podría importar menos y no creo que sea nada espectacular ni importante”.

Entonces, ¿podríamos decir que el cinturón del título del UFC de las 185 libras no es tu meta más importante?

“Desde mi punto de vista, sí; me gusta entrenar, me gusta mantenerme en forma y me gusta el estilo de vida, y en este momento, miro a cada uno como si fuera un desafío - ¿puedo prepararme, entrar y vencer a este tipo?” explica. “Así es como lo enfrento, no tengo una meta final. En este momento, estoy aquí entrenando con estos muchachos y me va bastante bien con ellos, como Wilson Gouveia; Dennis (Kang) está lastimado ahora así que no puedo entrenar con él demasiado, pero les sigo el ritmo a todos. Estos muchachos son serios cuando practican sparring”.

Y para Starnes, luchar es lo que hace ahora, y dará lo mejor de sí mientras esté en el Octágono. Pero dada su historia: trabajó como instalador de sistemas de riego y como supervisor de seguridad en un circuito de carreras, y también realizó paisajismo y fue empleado en la industria del acero, tranquilamente se puede decir que no le gusta comprometerse por mucho tiempo.

“Soy como un neandertal”, dijo riendo. “Prefiero estar cazando y pescando y haciendo ese tipo de cosas. No me gusta realizar trabajos banales, y no creo que haya ningún trabajo que me gustaría hacer por 20, 30, 40 años, cualquiera sea”.

“Una de las razones por las que tuve tantos trabajos es porque no me gustan”, continúa. “No me gusta la mayoría de los trabajos que tuve. Creo que lo más cercano que tuve a un trabajo que me gustó fue la agrimensura. Podía salir y meterme en los matorrales y buscar tipos especiales de árboles con los que hacen enchapados y paneles, y los marcaba con un GPS. Básicamente era hacer excursionismo y acampar. Era un buen trabajo".

Tampoco le ha ido mal en la lucha profesional, y teniendo en cuenta que ha estado participando desde 1998, puede que sea la única cosa que lo haya atrapado. Pero si le dan a elegir, Starnes preferiría trabajar para el bien público, y actualmente está en las primeras etapas para comenzar una entidad benéfica de microcréditos que les dará préstamos a las personas que los necesiten para comenzar su propio negocio.

“Eso hace un gran cambio en la vida de alguien", dijo Starnes. “Significa mucho más para mí que golpear a alguien en la cara".

Entonces, ¿de dónde proviene la conciencia social?

"Siempre me interesó la toma de decisiones – toma de decisiones respecto a mí, los seres humanos, los animales, las organizaciones sociales,  negocios, en todo”, declaró Starnes. “Entonces, cuando realizas un análisis institucional, estudias política, historia, economía o religión, como hice desde que era joven, simplemente se desarrolla en ti a través del tiempo. Creo que tengo una buena idea sobre lo que parece ser importante y lo que tiene valor en la vida".

“Es sólo interés en aprender”, continúa. “Hay muchas cosas interesantes, mucha gente cautivante. Una vez que descubres a un autor tan conmovedor como Bertrand Russell, no sé cómo no puedes interesarte o querer leer más o aprender más sobre lo que tiene para decir. Sin la lectura, te pierdes todo. No sabes tu historia, no sabes nada”.

Ésta se ha convertido en una forma de vida para Kalib Starnes, incluso más que la pelea. ¿Ve en su éxito como luchador una posible plataforma para aumentar el nivel de concientización entre los seguidores jóvenes de este deporte? ¿Y encontrará respuesta en los seguidores?

“No creo ser lo suficientemente popular todavía para usar eso en mi beneficio", admite. “Si me hiciera más popular, tal vez podría usar mi posición y mi popularidad para ayudar a juntar dinero para las entidades benéficas que queremos comenzar, tal vez podamos influenciar a alguien para perseguir otras cosas o mostrarles que hay otras cosas más importantes en la vida.  No me gusta idolatrar gente, en especial a los atletas. Tal vez me impresione lo que hagan, pueden tener algún tipo de característica que admire, pero mucha gente los pone en un pedestal y no ve a esta otra gente y lo que hacen. Hay personas mucho más importantes que los atletas".

Tal vez tenga razón, pero los atletas como Starnes también tienen un propósito fundamental en la sociedad, debido a que sus talentos les permiten a los seguidores relajarse y disfrutar de una buena pelea un sábado por la noche mientras se escapan de sus propias luchas diarias y de lo que puede ser visto como una rutina mundana. Puede que no salve al mundo, pero tampoco le hace daño.