¡Larios con panorama favorable en el regreso!

GENERAL04 de octubre de 2006 Juan Brignone
Como diría un peleador amigo mío: "¡Ya me toca uno blandito!".

Aunque no hay ley en el boxeo que asegure que el favorito siempre debe imponerse, la verdad es que ese peleador todo profesionalismo y entrega que es Óscar "Chololo" Larios ya merecía que lo pusieran contra un rival que no fuera tan duro como Israel Vazquez y Manny Pacquiao, los últimos a los que se enfrentó, con resultados dolorosos para él.

El "Chololo" peleará este viernes en Tucson, Arizona, contra el nicaragüense Roberto "Chucky" Bonilla, en peso pluma a 10 episodios.

Viniendo de dos tropiezos consecutivos, para el "Chololo" es urgente ganar, y todo indica que así será, ya que tiene atrás a uno de los mejores administradores de siempre en el boxeo mexicano, Rafael "La Cobra" Mendoza, y a un excelente entrenador en José "Chepo" Reynoso.

Además que el "Chololo" supo absorber muy bien las enseñanzas que durante un tiempo le impartió el maestro Jesús "Choláin" Rivero, el púgil jalisciense es un batallador nato que se encontrará pasado mañana con otro hombre que no conoce lo que es ir hacia atrás, pero con menos estatura y pegada. Al "Chucky" Bonilla lo vi pelear con Cecilio Acosta en una velada que organizó Ricardo Maldonado junior junto con Alfonso González Ornelas en Tlalnepantla. Esa vez, pese a resultar vencido, el nica dejó constancia de su bravura en una contienda que fue del agrado del público.

Larios puede presumir de haberle metido bien las manos a Pacquiao en los asaltos iniciales, al grado de ponerlo sobre piernas bamboleantes en el tercer round, pero fue como rascarle las bolas al tigre, porque el Demonio de las Filipinas reaccionó de manera tan salvaje que solamente porque Óscar es un peleador de mucha vergüenza y siempre llega muy bien preparado, no cayó antes de los 12 rounds pactados.

Cuando Larios era rey supergallo del CMB, sufrió fractura de mandíbula durante su combate contra Shigeru Nakazato y se sobrepuso para vencer por puntos al japonés. Sanó en un lapso extraordinariamente corto y volvió a Japón para imponerle otra derrota por esa misma vía.

A sus 29 años, Larios se conserva como un nombre atractivo y pronto la visión de Mendoza debe colocarlo en otro combate de importancia.

Bonilla, de 31 años, discutió el fajín supergallo interino de la AMB contra Celestino Caballero en su penúltima salida y perdió por KOT en 7. A simple vista parece el enemigo ideal para el retorno del "Chololo", quien, con todo y que no hay enemigo pequeño, debe resolver este pleito a su favor para recobrar la confianza y comenzar a recomponer su récord, que exhibe 56 victorias, 36 por nocaut, cinco reveses y un empate.
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